El presidente de la República, Rafael Correa, fue distinguido este viernes con su décimo cuarto título Honoris Causa. Esta vez el mandatario recibió la distinción en Ciencias Económicas, de manos del rector de la Universidad de La Habana, Gustavo Cobreiro.

Los otros 14 títulos honoríficos los recibió en: Chile (2), Paraguay, Rusia (3), Argentina (2), República Dominicana (2), Perú, Turquía, España y Francia. 

En la ceremonia, a la que asistió el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, Cobreiro se refirió a la trayectoria política y académica de Correa.

Rememoró el desempeño del mandatario al frente de la Revolución ciudadana, proceso que, afirmó, "logró transformar en apenas 10 años un país sumido en una crisis económica y política".

Asimismo, resaltó su vocación latinoamericanista e integracionista, así como su solidaridad permanente con Cuba y amistad con el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro.

Cobreiro recordó, además, que Correa tiene en su haber una decena de títulos Honoris Causa otorgados por universidades de ciudades como Córdoba, Barcelona, Santo Domingo y Asunción, y expresó que el Consejo Universitario de la Universidad de La Habana, a propuesta de su Facultad de Economía, decidió concederle dicha distinción.

"La Universidad de La Habana y Cuba no pueden dejar de reconocer la obra de intelectuales revolucionarios comprometidos con la región y con su época", afirmó Cobreiro antes de entregar el título y ceder la palabra al homenajeado.

Correa destacó sentirse honrado por recibir esta distinción y acto seguido dictó la conferencia magistral "Economía para el desarrollo. Experiencia ecuatoriana". Entre los temas que destacó estuvieron la disminución de la inequidad y el fortalecimiento de la economía, ante condiciones adversas.

Ante los asistentes al Aula Magna de la Universidad de La Habana, el Mandatario enumeró las acciones que desde el Ejecutivo impulsó para la distribución de la riqueza en el país. En ese sentido recalcó que la concentración del ingreso decreció, en ese lapso, nueve puntos porcentuales, lo cual expresa una mayor equidad en la distribución, pese a factores estructurales que afectaron tanto a Ecuador como a América Latina, a la que consideró es la región más desigual del planeta.

De allí que enfatizó la necesidad de establecer un enfoque revolucionario que garantice la supremacía del trabajo humano sobre el capital, como vía para superar los retos de los países latinoamericanos en su empeño por saldar la deuda social heredada y alcanzar el desarrollo.

"Lo único que logró exportar el neoliberalismo en la región fueron seres humanos, obligados a emigrar debido al impacto de la imposición de esa política", afirmó sobre la crisis que sumió al país y a América Latina a fines de la década del 90.

Señaló que la soberanía y la independencia de los países del área pasan por lograr la eficiencia económica y financiera y la recuperación de los recursos por el Estado, pero, el punto de partida es asumir una postura política consecuente.

Bajo esos preceptos, añadió, Ecuador enfrentó con éxito la tormenta perfecta, como situaciones externas que impactaron negativamente a las economías de las naciones, como la crisis financiera internacional y la caída de los precios del petróleo y en el caso de Ecuador, hasta catástrofes naturales.

Otro aspecto que resaltó en su exposición es que si bien la economía dolarizada entró en recesión, Ecuador logró superar la coyuntura con medidas creativas de ahorro y de ajuste que no impactaron sensiblemente la inversión pública ni los planes de atención para los más pobres, según el mandatario.

"En esta década ganada no solo tenemos un país más próspero, sino también un país menos injusto. Prácticamente en todos los aspectos sociales y económicos han existido importantes avances", sostuvo el Jefe de Estado.

Y aseguró que el próximo 24 de mayo entregará a su sucesor, Lenín Moreno, una economía estabilizada y en crecimiento, lo cual calificó de milagroso, debido a la situación adversa que debió enfrentar el país previamente. 

Correa también recibirá este viernes la Orden José Martí, la más alta distinción que otorga el Consejo de Estado de Cuba a personalidades extranjeras por su contribución a la paz, y sostendrá conversaciones con su homólogo cubano, Raúl Castro. (I)