Hay Mark Wahlberg para rato en las carteleras de cine del país con el estreno de ‘Armados y Peligrosos’ (2 Guns, título original), en donde las balas, explosiones, espionaje gubernamental y el mano a mano entre amigos es el cliché de los filmes de acción.

La película está dirigida por Baltasar Kormákur, quien a pesar de tener una mediana trayectoria en películas de acción, es la primera vez que une en sus proyectos a dos actores reconocidos como es el caso de Wahlberg y el oscarizado Denzel Washington, quienes como es de esperarse, unirán sus puños y destrezas para acabar con los enemigos.

Ambos representarán una pareja de agentes secretos que trabajan para el cártel mexicano de la droga de Papi Greco (Edward James Olmos). El giro es que Bobby y Stig están trabajando para diferentes agencias -Bobby para la DEA y Stig para la inteligencia naval- y ambos no saben ese pequeño detalle. Después deciden robar 3 millones de dólares del banco de Greco y los dos se ven obligados a trabajar cuidándose el pellejo mutuamente.

Lo que creen que son 3 millones de dólares en realidad son 43 millones. El dinero pertenece a la CIA, y no pasa mucho tiempo antes de que el número de personas que cada hombre puede confiar se reduce a solo uno del otro.

A partir de esto, la premisa, y el talento en un lugar visible, ‘Armados y Peligrosos’ es una película que funciona por sí sola. No hace falta decir que Washington y Wahlberg son las principales atracciones del filme, sobre todo para ver a los dos haciendo lo que saben. Está bien que no hay un significado más profundo a lo largo de la cinta, pero tomemos en cuenta que solo está diseñada para hacer que su público tenga un buen rato, no como otras producciones.

En este filme, según críticas de medios especializados internacionales, el director sabe cómo obtener los resultados. Logró escenas finas a través de los personajes y sus personalidades.

Pero una vez que las armas salen, la cámara se vuelve lenta, y todo se convierte en bloques y bloques. Hay más intriga en una escena de Bill Paxton hablando y jugando a la ruleta rusa de la que hay en Wahlberg y Washington jugando con un par de camionetas.

Se llega al punto en el que te da ganas de que la cinta avance y vuelva a los dos personajes principales bromear un lado a otro. Paxton, Olmos, y James Marsden, como el comandante naval, son los villanos dinámicos que recuerdan a aquellos criminales ochenteros. Paula Patton, como compañera de la DEA de Bobby, muestra el interés amoroso que parece obligatorio en este tipo de cinta.

Lo cierto es que es una película de acción con los mismo tintes de Hollywood que logran entretener.