Esta noche (19:30) en el Museo Nahim Isaías se inaugurará ‘Pinceles del Perú’, una muestra colectiva pictórica de artistas del hermano país del sur, bajo la coordinación del Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Consulado General del Perú en Guayaquil.

Esta es una muestra conformada por 28 obras en las más diversas técnicas de la plástica, en la que participan artistas como Wilbert Piscoya, Daniel Manta, Teobaldo Nina, César Martínez, Gonzalo Fernández, Ricardo Terrones, Theo Alayo y Ana Balcázar.

Con esta exposición se pretende dar a conocer, de forma individualizada, a cada uno de los artistas participantes con la intención de despertar la inquietud del público para indagar e investigar sobre sus más destacados trabajos tanto en su país como en el extranjero. Entre los artistas que sobresalen constan:

Wilbert Piscoya
Sus trabajos muestran una visión universal de una cosmogonía mágica, mítica y con colores bien trabajados, limpios y con una excelente composición. Con un conocimiento profundo de arqueología y antropología de nuestros países latinoamericanos, lo que le permite plasmar pictóricamente los mitos y leyendas de nuestro continente. Sus telas son trabajadas en técnica mixta, mezclando los colores con arena, con lo que obtiene una rica textura.

Daniel Manta
Se manifiesta con un estilo semifigurativo, onírico y de abstracción. Sus obras bidimensionales, como indica “En mi obra, la cultura primigenia se mezcla con el mundo global, donde podemos rescatar la parte simbólica, buscando la unidad de ideas entre las dos culturas”.

Teobaldo Nina
Pintor y docente con amplio dominio de las técnicas del óleo y la acuarela. Sus obras presentan un fino manejo del dibujo, la composición y el cuidadoso tratamiento del color y la luz. Su amplio registro comprende paisajes regionales, personajes y temas autobiográficos en los que presenta sus experiencias cotidianas.

Destacado acuarelista, que consigue su primer premio gracias al dibujo, sus obras, que suelen representar paisajes, sobresalen por su soltura en el empleo de los colores que despiertan en el observador un tendente sentimiento de melancolía y añoranza.