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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Exposición jesuita se exhibe ‘In nomine Iesu’

Cuatro décadas después que la ciudad de Quito fuera fundada por la corona española (1534), los jesuitas llegaron al país trayendo consigo sus amplios conocimientos intelectuales, que incluyen estudios de Humanidades, Filosofía y Teología.

Desde entonces, con las interrupciones de la supresión y dos expulsiones, la Compañía de Jesús ha trabajado en todas las regiones del país, impulsando la arquitectura, las artes, la música, tecnología y la pintura, imprenta, entre otros.

De eso ya han pasado más de 439 años, pero su legado religioso, cultural, académico y científico aún se mantiene vigente, motivo por el cual llegó -por primera vez- a Guayaquil la muestra ‘In nomine Iesu’, un proyecto museológico que pretende reconstruir la historia, trayectoria y aporte de esta comunidad en Ecuador.

La primera parte de esta muestra, que se exhibe en el museo Nahím Isaías hasta el 31 de agosto (09:00 a 18:00), recoge los eventos acaecidos desde la llegada de los jesuitas hasta su expulsión en 1767.

Aquí se destaca la figura de Ignacio de Loyola, fundador de la orden que tiene 17.637 miembros en todo el mundo, entre sacerdotes, estudiantes y hermanos; y la de Marianita de Jesús, primera Santa del Ecuador; además la importancia de la misiones orientales de la Real Audiencia de Quito.

La segunda parte de la muestra presenta a la comunidad un repaso de las labores de los jesuitas en una naciente república y el regreso definitivo de la comunidad a tierras ecuatorianas. Además se destaca la creación de colegios, la Escuela Politécnica, el observatorio y su aporte a la ciencia y a la tecnología.

También se hace referencia a lo ocurrido el 20 de abril de 1906 en el colegio San Gabriel, denominado ‘Milagro de la Virgen del Colegio’, ante la presencia de alumnos internos de dicho plantel, cuando la Dolorosa abrió y cerró los ojos.
Posteriormente, Pío XII concedería la coronación canónica de la Dolorosa del Colegio (y la declararía Patrona de la educación de la juventud) y Juan Pablo II.

Durante el trayecto de la muestra, quienes asistan podrán observar conjuntos escultóricos de la escuela quiteña, objetos científicos del siglo XIX de la Escuela Politécnica, del observatorio y del antiguo colegio San Gabriel.

A decir de Diego Santander Gallardo, director ejecutivo de la Fundación Iglesia de la Compañía de Jesús, esta muestra “encierra el vivo interés de recordar los momentos históricos fundamentales que los jesuitas han legado a nuestra patria. Además pretende generar en cada uno de nosotros una experiencia significativa, un espacio de reflexión que nos permita considerar y proyectar nuestro papel en la historia”.

Santander califica esta muestra como histórica, porque es la primera vez que se reúnen piezas de arte y de gran valor históricos, con un concepto fundamental de informar a los ecuatorianos sobre la importancia de los jesuitas en el país. La muestra ya fue exhibida desde enero hasta junio, en el edificio jesuita, tras seis meses que duró el proceso de selección de las piezas a exhibirse.

El funcionario explica que el motivo de traer esta muestra a Guayaquil se debió a que fue en esta ciudad en la que se estableció que la  evangelización vaya de la mano con la educación. “...Incluso el cabildo de la ciudad le pide a los jesuitas que se establecieran en la urbe para 1586”. Desde entonces la presencia jesuita en Guayaquil ha sido perenne.

Fundaron el colegio San Francisco Javier, San Vicente, 20 de Abril, la iglesia San José, impulsaron la creación de la Universidad Católica y también abrieron 28 escuelas en la ciudad.   

En 1971 abrieron la Corporación de Viviendas Hogar de Cristo, a cargo del sacerdote español Francisco García, conocido como el ‘Tío Paco’.

Para Fabricio Alaña, rector del colegio Javier, una de las imágenes más representativas de la muestra es la del padre Maurilio Detroux, misionero en Archidona, en plena enseñanza a niños indígenas del Oriente, en 1895.

También resalta la imagen en la que se aprecia la fachada frontal y lateral de la iglesia San José, que data de inicios del siglo XX. “Con esta exposición no solo hacemos un culto al pasado, sino una renovación de sueños mirando al futuro e invitando a reflexionar en respuesta a lo que debemos dar, dentro de nuestro contexto, a los desafíos del presente, en donde la ciencia, la fe y la razón se complementan y exigen rigor para no caer en éxitos baratos y no sucumbir a ideologías provisionales”, destaca.

El padre Gilberto Freire, provincial de la Compañía de Jesús, comenta que “‘In nomine lesu’ sintetiza el sentido de esta orden, que es la de extender la defensa y propagación de la fe”.

Quienes asistan a esta exposición apreciarán el compendio geográfico que contiene los establecimientos de los jesuitas en todo el mundo: Casulla con águila bicéfala con la estola y el manípulo, verá la efigie del brazo de San Francisco Javier, imagen de la Virgen de Loreto y Santa Marianita de Jesús, vihuela de la santa ecuatoriana, grupo escultórico del calvario, retablo del calvario, réplica original de la Virgen de la Dolorosa, imágenes de los niños que observaron el milagro de la Virgen del Colegio e instrumentos de ciencia y tecnología de la época.

Fotos: Karly Torres

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