Hacedores: ¿Se abre espacio la Revolución industrial 4.0 en las empresas del país?
La robótica ya es parte de la industria
El pequeño robot da pasos, brinca, hace ejercicios y hasta puede luchar con otro similar a él. A pocos metros, un brazo mecánico realiza un movimiento de inspección; una especie de control de calidad. En el laboratorio de robótica y automatización de la Universidad Politécnica Salesiana, docentes y alumnos admiran las destrezas de sus robots.
Toda esa automatización que se aprecia ya forma parte de los procesos que utilizan las empresas en el país. Aunque no existen cifras exactas de cuántas usan estas tecnologías, en el índice de competitividad global, publicado en 2018 por el Foro Económico Mundial, Ecuador pasó del puesto 102 al 110 en el ámbito de innovación entre 2016 y 2017.
Víctor Huilcapi, director de la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad Politécnica Salesiana, asegura que la robótica está transformando el mundo y que Ecuador no es ajeno a ese proceso.
En el país se está abriendo paso porque ya forma parte de la cadena de producción de diversas fábricas. Por ejemplo, la ensambladora de carros General Motors (GM) también ha comenzado a aplicar la industria 4.0 en su planta en Quito.
Si una ensambladora de vehículos utiliza el robot industrial, como lo hace Ambacar para armar los Great Wall, eso le genera ventajas. Primero, porque la máquina no se cansa, y segundo, el porcentaje de falla es mínimo.
La Universidad Politécnica Salesiana, siguiendo los procesos industriales robotizados, se encuentra lista para inaugurar, en febrero próximo, un nuevo laboratorio de automatización industrial y robótica en su sede de Guayaquil. Todo con aplicaciones a la industria 4.0 que implica que, con el uso de internet, una persona puede hacer trabajar una máquina u operar una planta industrial desde un dispositivo móvil.
“Si las localidades están separadas no es un problema porque las redes autómatas (cerebro que el usuario programa para una determinada acción) se conectan vía internet. Se envía la información por medio de la nube y las máquinas o robots empiezan a trabajar”.
“Desde mi celular –añade Huilcapi– podría tener el control de motores, de brazos robotizados, de procesos industriales, como es el control de calidad de ciertos productos”.
Este nuevo laboratorio de automatización industrial y robótica busca posicionar a la universidad como líder en esta rama. Pero la automatización que se busca emplear va más allá, dice Huilcapi, y hace referencia al tránsito que en la actualidad se controla de forma mecánica y humana.
“Con los procesos automatizados pretendemos que se los controle con drones. Ellos, desde lo alto, informan el comportamiento vehicular. Qué vías están más congestionadas y cuáles no. Eso va a una base de datos y un programador podría controlar los semáforos. Incluso se los puede programar por horas”.
A todos estos avances se los conoce como la cuarta revolución industrial o industria 4.0, que es la conexión de la maquinaria a sistemas informáticos en línea. Una de las grandes ventajas de la automatización es que incluso puede detectar fallas en línea y corregirlas de inmediato. Eso no genera pérdidas.
“Esta automatización que desarrollamos como universidad permite una mayor mayor exactitud en los procesos. El robot o brazo mecánico no se enferman, funcionan el 100% y garantizan la calidad más que un humano. Porque es preciso, no olvidemos que parte de una programación. (I)