La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció hoy la firma de un acuerdo para que el consorcio Arianespace lance en julio de 2014 la sonda BepiColombo, primera misión europea a Mercurio, donde llegará seis años después para elaborar diferentes mapas sobre la composición del planeta más cercano al sol.

Esa misión conjunta de la ESA y de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) estará compuesta por dos módulos que navegarán en órbitas distintas alrededor de Mercurio, el Orbitador Planetario de Mercurio (MPO), de diseño europeo, y el Orbitador Magnetosférico de Mercurio (MMO), de concepción nipona.

La sonda, construida por Astrium GmbH, despegará en julio de 2014 a bordo de un cohete Ariane 5 desde el centro espacial europeo de Kurú, en la Guayana francesa, para realizar un "exhaustivo estudio del planeta Mercurio", agregaron.

"Los sensores de la BepiColombo completarán un mapa de Mercurio en diferentes longitudes de onda" que definirá su estructura geológica y la composición de sus cráteres.

La BepiColombo servirá además para elaborar un plano magnético de Mercurio, estudiar la exosfera del planeta (una de las capas de la atmósfera), la composición de sus polos y experimentar sobre la teoría de la relatividad enunciada por el físico alemán Albert Einstein (1879-1955).

El ex astronauta y presidente de la ESA, Jean-Jacques Dordain, señaló que tras las sondas Mars Express, Venus Express y Huygens (dedicado a la luna Titán de Saturno) "ahora nos estamos preparando para explotar un planeta muy cercano al sol, clave para comprender la formación de nuestro sistema solar, todavía muy misterioso", señaló.

Además, el acuerdo supone para la ESA un "excelente ejemplo" de trabajo en equipo con su homóloga japonesa, agregó al término de la firma del convenio, según recogen sendos comunicados de la Agencia Espacial Europea y de Arianespace.

Aunque el desarrollo de la misión parece ahora incuestionable, el proyecto estuvo a punto de cancelarse en 2009.

Varios Estados miembros de la ESA mostraron entonces sus "dudas" ante un incremento de en torno a un 30 por ciento de los costes de la misión, aunque ninguno de ellos llegó entonces a votar por cancelar el lanzamiento.

El presupuesto total de BepiColombo, que colocará dos satélites orbitando alrededor de Mercurio seis años después de su lanzamiento, se elevó entonces hasta los 970 millones de euros (unos 1.452 millones de dólares).

El precio de la misión se disparó porque hubo una error de concepción en el diseño original, lo que obligó a concebir unos equipos más grandes de lo previsto, a cambiar de lanzador -se pasó de un Soyuz a un Ariane- y a retrasar un año el comienzo de la misión, hasta 2014.

Si se cumple el calendario, la sonda euro-japonesa llegará antes que la Merkuri-P rusa, cuyo lanzamiento está previsto para 2019, propulsada por un cohete Soyuz.

No obstante, la NASA lleva la delantera a europeos, japoneses y rusos, ya que su sonda Messenger, lanzada en 2003, ya estudia la superficie del planeta más pequeño del sistema solar.

La Messenger fue la segunda sonda en llegar hasta Mercurio, después de que la también estadounidense Mariner-10 se convirtiera en 1974 en el primer aparato espacial en estudiar las características de ese planeta.