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"Hay que visualizar dos violencias en la mujer: política y económica"

Mónica Banegas Cedillo. Directora Ejecutiva de la Fundación Haciendo Ecuador / Vocera del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer.
Mónica Banegas Cedillo. Directora Ejecutiva de la Fundación Haciendo Ecuador / Vocera del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer.
Foto: Silvia Murillo / El Telégrafo
15 de diciembre de 2019 - 00:00 - Silvia Murillo

Mónica Banegas nació en Cuenca hace 42 años. Desde pequeña supo que defendería los derechos de la mujer, cuando a los 5 años increpó a un niño por pegarle a una compañera de su misma edad. Ellos peleaban por una paleta. Ese día la enviaron a ver al representante. Se ríe.

Ahora ella recuerda esa anécdota y deduce que fue el inicio de toda una carrera vinculada a la defensa de los derechos de las mujeres; para motivarlas a luchar por ganarse espacios ostentados solo por hombres, específicamente en la política.

De pequeña era muy curiosa y preguntona, así se define. “Siempre estuve vinculada en las conversaciones de adultos. Preguntaba sobre situaciones. Creo que me salía mucho la búsqueda de la verdad y de la justicia”.

Eso la motivó a estudiar Derecho, aunque revela que su proyección no era ejercer como abogada. “Me gustaba la política, y la carrera más parecida que puede seguir alguien interesado en esta rama es Derecho, y por eso también me especialicé”.

Es doctora en Jurisprudencia y abogada de los tribunales de justicia de la República del Ecuador. Tiene dos diplomados: uno en Gerencia de Gobiernos seccionales y otro en Ética Pública y Transparencia, y un Accountability (Rendición de Cuentas). Además tiene tres maestrías: en Derecho Constitucional, en Comunicación y Marketing Político y en Argumentación Jurídica. Actualmente estudia un PhD, en una universidad de España.

Su convicción por la lucha de derechos y la justicia se afianzó a los 15 años desde el activismo. “Me vinculé siempre en movimientos de jóvenes y me gustaba mucho activar el liderazgo. Siempre he estado vinculada a defender la democracia”.

Entonces se volvió veedora de procesos políticos. “Hacíamos veeduría a los organismos públicos, a los partidos políticos, siempre exigiendo formación de liderazgo de jóvenes”.

Bajo esos lineamientos también se dio cuenta de que le gusta mucho el tema de la participación, del empoderamiento ciudadano. Por eso su frase preferida es: “Todo ciudadano tiene derecho, pero también una obligación”.

“Para uno ejercer sus derechos tiene que conocerlos, ese fue el marco que me motivó a meterme en el activismo”.

Cargos

Hasta los 30 años de edad estuvo vinculada a 12 organizaciones de voluntariado. Se interesó mucho por el análisis político. Y, en esa línea, dirigió tres programas de radio: Al encuentro con la política; Tarima ciudadana y Legislando contigo. También Veeduría constituyente, programa de televisión que duró nueve meses durante la Asamblea Constituyente de Montecristi.

“Como le hice seguimiento a la Constitución, me enteraba de lo que iban aprobando los asambleístas”. Allí surgió el tema de Participación Ciudadana, entonces se postuló al Consejo de Participación Ciudadana. “Fui consejera y vicepresidenta en el primer Consejo Transitorio, de enero a septiembre de 2009”.

Destaca que entre los postulantes fue la mejor puntuada (92/100). Esto lo atribuye como un reconocimiento a sus años de activismo político y ciudadano.

Luego de nueve meses se volvió a postular para el segundo Consejo de Participación Ciudadana que duró cinco años. “Ahí también fui vicepresidenta, pero creo que más allá de las atribuciones que teníamos como organismo que elegía autoridades, jamás dejé de hacer activismo ciudadano”.

Durante ese período seguía haciendo campañas para exigir que los ciudadanos pregunten por los programas de gobierno de los candidatos y para que no usen recursos públicos para promocionar candidaturas o partidos políticos.

“Recuerdo que hicimos un recorrido en los 24 territorios hablando sobre los mecanismos de participación, entre ellos veedurías; vigilando el tema de la Silla Vacía en los GAD, y ahí se fueron creando redes de jóvenes”.

Como consejera y vicepresidenta apoyó la creación de 15 escuelas de liderazgo, llamadas Escuelas de Formación Política. “Como Consejo de Participación capacitamos a 100 jóvenes en alrededor de 15 provincias”.

Y no se detuvo. De diciembre de 2017 a agosto de 2018 formó parte del Instituto de la Democracia. Allí trabajó en varios proyectos, entre ellos, formación política, concursos de oratoria con jóvenes de bachillerato, y el acoso político. “Hicimos 21 talleres, en 21 cantones, con vocales del gobierno parroquial, con concejalas para que nos cuenten sus historias, fueron eventos testimoniales del acoso político”.

La problemática

Todo este trabajo en territorio le sirvió a Mónica Banegas para visualizar una problemática latente en la sociedad contra la mujer, que es la violencia en distintas facetas.

Resalta que luego del trabajo de campo se determinó que a la mujer, en el país, se la denigra por ser mujer, por ser indígena, afro, por ser de las zonas rurales. Se evita que tengan presencia. “Hicimos 58 videos con testimonios que los pusimos en las redes del Instituto de la Democracia y publicamos Acoso político en Ecuador, un libro con 58 semblanzas de estas mujeres”.

Ante lo que estaba ocurriendo decidió retomar la fundación Haciendo Ecuador, que en enero de 2020 cumplirá 10 años. “Nos proyectamos lanzar el Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer, el primero en el país”.

Explica que la función de este organismo será monitorear la violencia política en redes sociales; visibilizar a las mujeres víctimas y contar sus historias; asesoría jurídica; capacitación en todo lo que es habilidades y competencias para gestiones políticas exitosas y una veeduría permanente.

La activista destaca que es importante visualizar dos tipos de violencia en la mujer: la política y la económica. Para el efecto -dice- en el eje de emprendimiento tienen un proyecto denominado “Libertad financiera para mujeres”.

“Creemos que una mujer tiene la capacidad de emprender y solventarse económicamente; estamos en la capacidad de sacarla del círculo de violencia, porque muchas de las violencias que aguanta una mujer es por su situación económica difícil”.

Banegas cree que uno de sus fuertes es la capacidad de diálogo, de sentarse con todos los sectores a conversar. Aquello lo aprendió en las dirigencias estudiantiles en las que participó, las cuales le permitieron viajar.

En Ecuador -precisa- no hay estudios actuales de la violencia política de género ni de la participación política de la mujer. “No hay información actual de las que ocupan cargos. Queremos que eso se visibilice en publicaciones”. (I)

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