Universidad de Guayaquil se acoge a respeto de gratuidad
No autorizar el cobro de valores por concepto de matrículas por primera vez, seminarios, cursos, uso o mantenimiento de laboratorios, ni módulos de idiomas, computación y otras tasas que violen las disposiciones de la gratuidad; disponer la devolución inmediata de los valores que hayan sido cobrados a los estudiantes durante el presente curso lectivo; abstención de parte del personal administrativo de emitir órdenes de pago y de formalizar el cobro de valores no autorizados desde la administración central; suspender y devolver el dinero cobrado a los estudiantes que se encuentren en cursos autofinanciados relacionados con los trabajos de graduación; así como la prohibición para pedir donaciones u otras contribuciones bajo cualquier denominación, entre otras, fueron algunas de las resoluciones tomadas el pasado 15 de octubre en el marco del respeto a la gratuidad de la educación superior pública hasta el tercer nivel.
Así lo comunicaron mediante una circular el rector de la Universidad de Guayaquil (UG), Dr. Carlos Cedeño Navarrete; su vicerrector académico, José Apolo y su vicerrector Administrativo, César Romero, quienes manifestaron su apego y el de la institución a la Constitución y a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES).
En días pasados la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) dio a conocer los detalles de una investigación en la Universidad Estatal de Guayaquil por el supuesto cobro de matrículas, cursos, seminarios, derechos de grado, entre otros valores.
El titular de la Secretaría, René Ramírez, manifestó que al permitir cobros ilegales, este centro de estudios superiores habría incurrido en un incumplimiento, tal como lo estipula el Reglamento de Sanciones del Consejo de Educación Superior (CES) en su literal N del artículo 10. “Es una infracción grave de las instituciones de Educación Superior el irrespeto al principio de gratuidad”, sostuvo el funcionario. La Constitución de la República implantó en el país la gratuidad de la educación superior hasta el tercer nivel.