La Universidad de Guayaquil trabaja por el rescate ancestral
Estudiantes de la Universidad de Guayaquil se preparan para su habitual práctica de baile folclórico en una plazoleta de la ciudadela universitaria Salvador Allende.
Sombreros y pañuelos para los hombres, y blusas con arandeles y largas faldas que envuelven sus siluetas para las mujeres son parte de la indumentaria que vistieron los integrantes del grupo de danza folclórica, el penúltimo viernes de junio.
Carla Haro, directora de Coordinación de Arte, Cultura y Patrimonio (ACP) de la academia, explica que la dependencia tiene como uno de sus objetivos rescatar y fortalecer las tradiciones, a través de la participación de sus estudiantes en las actividades que realiza.
Con ese propósito se formó hace 3 meses el grupo de baile. Se vinculó a alumnos que por iniciativa propia integraban agrupaciones que ya existían en la universidad, y se incentivó a otros por medio de una convocatoria.
La plantilla la integran ocho hombres y ocho mujeres de varias facultades, con edades entre los 18 y 24 años. Una de sus presentaciones fue en junio pasado, en las fiestas del Corpus Christi (en Pujilí-Cotopaxi), donde danzaron pasacalles costeños.
“Para ser un grupo que recién empieza nos ha ido muy bien. Bajo la dirección de Héctor Rodríguez, quien conoce de danza y folclor, se arman popurrís de temas tradicionales que también abarcan a la región andina”, dice Haro.
Ella sostiene que el baile es una actividad que motiva mucho a los chicos, pero la idea es ganar más integrantes y por eso el departamento de ACP abrió la convocatoria.
Algunos jóvenes tienen estudios de danza y otros son empíricos. Por ello es importante la formación con el instructor. La enseñanza se enfoca en el vestuario, manejo escénico y desenvolvimiento.
Geanella Villamar, de 22 años, estudia en la Facultad de Ciencias Administrativas, carrera CPA. Ella está feliz de ser parte del elenco folclórico. Me encanta conocer y representar nuestra cultura ecuatoriana, a través de las coreografías”, dice la joven quien empezó con ballet clásico a los 11 años. Desde 2015 se dedica a la danza de acordes tradicionales.
“Bailamos popurrí costeño que muestra la vistosidad de los trajes. En lo que respecta a la Sierra, el baile de las Ñustas que es de Cayambe. También pasacalles, vals, música andina”, explica la estudiante.
Existen presentaciones que duran hasta 8 minutos y otras de 10, como la del Cristo Negro. “Hacemos una representación de la antigüedad, la época colonial, de los afro y la fiesta montuvia con un baile costeño. Los pasos más comunes son los cruzados, giro al pavo, medio paso, y zapateado de dos tiempos”.
Haro explica que el coro y el teatro de la universidad también trabajan en la inclusión de elementos costumbristas. “La idea de trabajar en este rescate ancestral es que también podamos incorporar un repertorio de música tradicional en el canto”.
Señala que el área a su cargo hace un levantamiento de información de las costumbres y tradiciones. “No solo en lo artístico, también en lo gastronómico y para eso se trabaja con las diferentes facultades tomando en cuenta la diversidad cultural de los alumnos”. Ellos preparan una feria gastronómica para noviembre. Allí rescatarán los platos tradicionales.
“La idea es que las costumbres de nuestros ancestros no mueran, más aún si tenemos una universidad de 151 años que ha sido testigo de diferentes procesos en la historia”. (I)
El elenco está dirigido por Héctor Rodríguez. Una de sus presentaciones fue en junio pasado, en las fiestas del Corpus Christi, en Pujilí.