El sistema de Salud ecuatoriano recibió un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)  por $ 250 millones para mitigar los efectos directos e indirectos de la pandemia de covid-19 sobre la salud y la calidad de vida de los ecuatorianos.

Esta operación se incluye dentro un total de más de $ 700 millones que el BID ha comprometido para apoyar a Ecuador en esta crisis.

El objetivo de este proyecto es contribuir a reducir la morbilidad y la mortalidad por covid-19 y a mitigar los demás efectos indirectos de la pandemia sobre la salud y los niveles mínimos de calidad de vida de las personas vulnerables.

Los fondos se emplearán para mejorar la detección y seguimiento de los casos; incluso en el mediano plazo cuando la población regrese a las actividades económicas y educativas.     

Para esto se conformarán equipos de respuesta rápida, además de mejorar la capacidad de provisión de servi-cios de cuidados intensivos e intermedios para asegurar la atención médica adecuada y dar continuidad de los servicios, incluyendo a pacientes sin coronavirus con enfermedades crónicas, por ejemplo.

Se busca apoyar niveles mínimos de ingreso de personas afectadas por la emergencia del coronavirus, en el período inmediato del confinamiento, mediante transferencias monetarias.

Esta medida permitirá apoyar a un total de 550.000 hogares en situación de pobreza o vulnerabilidad.

El crédito del BID tiene un plazo de amortización de 25 años, un período de gracia de seis años y una tasa de interés basada en la Libor.

La Vicepresidencia informó que el apoyo internacional para afrontar el covid-19 totalizaba $ 1.490 millones hasta el 18 de mayo.

Este miércoles en cadena nacional, el viceministro de la Producción e Industrias, Jackson Torres, señaló que el país ha registrado casi $ 12.000 millones de caída en  ventas, el lucro cesante. “Es decir, por cada día que el país permanezca cerrado paulatinamente perdemos cerca de $ 210 millones”.

Indicó que el sector productivo no resiste más y por eso es la propuesta de reactivación económica.

Apuntó que el comercio es uno de los más resentidos con cerca de $ 6.500 millones que se han perdido en alimentos y bebidas, enseres, vehículos.

“Estas son cifras bastante escalofriantes, difíciles de poder entenderlas”, anotó.

Señaló, además, que las estadísticas apuntan “casi  a una economía de guerra” y añadió que esta crisis no se había vivido desde la II Guerra Mundial.

Por ejemplo, en agricultura, ganadería y silvicultura suman otros $ 405 millones.

Dijo que aproximadamente 15.000 empresas de servicios básicos y de importación y exportación continuaron labores.

Mientras que el servicio de ventas en línea permitió un incremento de $ 425 millones en movimiento económico, hasta el 14 de mayo, “lo que quiere decir que el país tiene esa oportunidad de irse reactivando de a poco”.

Citó como positiva la reactivación de 412 proyectos de construcción en los que se emplean aproximadamente 20.300 personas en todo el Ecuador. (I)