De enero a mediados de julio de 2020, Ecuador registra un 21% de incremento de muertes materno-infantil en comparación a igual periodo del año anterior.

Según datos de la Dirección Nacional Epidemiológica de la Secretaría Nacional de Vigilancia del Ministerio de Salud Pública (MSP), se han notificado 100 muertes maternas en el país.

El 33% falleció debido a trastornos hipertensivos; 14,44% por hemorragia obstétrica; y 34,44% por causas indirectas (ver gráfico).

Las provincias en donde mayor número de muertes maternas se han registrado en lo que va del año son: Guayas (24); Pichincha (13); Manabí; (13); Chimborazo (7); Azuay (6) y el esto en otras zonas del país.

Según la ubicación de residencia, el 66,67% de muertes maternas se dio en el área urbana y 33,33% en la rural.

En cambio, por grupo étnico las muertes maternas se registraron así: 81,11% mestiza; 15,56% indígena; y, 3,33% afroecuatoriana.
Unicef alerta respecto al tema de muertes materno-infantiles

La preocupación de organismos internacionales radica en que el impacto del covid-19 en Ecuador podría duplicar las muertes maternas e incrementar en un 50% la mortalidad infantil, un fenómeno que también se replicará en la mayoría de países.

Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que, a escala mundial, 6.000 niños adicionales morirán al día por causas prevenibles en los próximos seis meses, si la presión de la pandemia sigue debilitando los sistemas de salud e interrumpiendo los servicios rutinarios.

Estimó que en el caso de Ecuador, 2.282 niños menores de 5 años podrían morir adicionalmente al año, es decir, 6 niños al día si las intervenciones materno-infantiles se reducen -en el peor escenario- en alrededor de un 45% y el adelgazamiento infantil aumenta en un 50%.

A su vez, la mortalidad materna aumentaría en 241 muertes anuales adicionales.

“No esperemos a que haya un brote de sarampión, o a que mujeres que acaban de dar a luz mueran porque no pudieron acudir a controles o a que nuestros niños dejen de crecer por falta de alimentos, para que actuemos.

Es necesario priorizar los servicios de salud más allá del covid y asegurar alimentos para familias más vulnerables, para que la pandemia no haga más estragos”, afirmó Joaquín González-Alemán, representante de Unicef Ecuador.

Dijo esto porque las desigualdades de salud existentes se han visto agravadas a medida que se ha acelerado la propagación de la pandemia.

Mujeres, niños y adolescentes son parte de la población vulnerable que corre mayor riesgo de sufrir pérdidas devastadoras por el virus.

Por ello han hecho una serie de recomendaciones a los gobiernos del mundo (ver gráfico), para que no descuiden la atención sanitaria materno-infantil y evitar muertes por causas prevenibles.

En Ecuador, los niños y jóvenes son, de todas maneras, los menos afectados por los contagios de coronavirus, pero el temor radica en que la falta de atención sanitaria en las diferentes áreas termine por perjudicarlos.  

De acuerdo con cifras del MSP, hasta ayer se registraba que apenas el 1,1% de menores de 10 a 14 años han resultado contagiados; el 0,7% de niños de 5 a 9 años; el 0,4% de 1 a 4 años; y el 0,2% de 0 a 11 meses de edad.

Sin embargo, autoridades sanitarias del Ecuador se han comprometido a no descuidar la atención en otras áreas debido a la emergencia.

El ministro Juan Carlos Zevallos, a propósito del incremento de contagios de covid-19 en la provincia de Pichincha y particularmente en Quito, dijo que se ha priorizado el primer nivel de salud.

En Pichincha se activaron 341 unidades operativas con las respectivas zonas de triaje, que a más de atender pacientes covid-19 dan atención diferenciada a pacientes con afecciones respiratorias y otras patologías y servicios como vacunación y maternidad. (I)