Palo Quemado, referente de juegos tradicionales
La adrenalina sube en el mes de octubre en la comunidad Palo Quemado, de la parroquia rural Pueblo Nuevo de Portoviejo en Manabí.
En la cancha 22 de Mayo todos aplauden a los competidores, motivan, gritan, se ríen, sueltan carcajadas, felicitan, abrazan… en fin viven una fiesta, al puro estilo infantil, llevando de la memoria a la práctica los juegos tradicionales o también llamados ancestrales.
Aquí el tiempo se divorcia de la cultura tecnológica. La principal táctica de los participantes es la astucia y habilidad. Se promueve el juego participativo no solo de niños y adolescentes, sino de jóvenes y adultos, que llevan la primacía de haber experimentado en sus tiempos la distracción.
Palo Quemado es una de las comunidades rurales de la provincia de Manabí que está enfocada en el rescate de las costumbres y juegos tradicionales desde hace cuatro años.
La programación es parte de las festividades de Pueblo Nuevo en su aniversario como parroquia (este año conmemoró 66 años).
Se acogieron juegos como el ensacado, carrera de burros, chancho enmantecado, caña encebada, olla encantada, huevo en la cuchara, además hubo lidia de gallos, amorfinos, entre otros.
Rodolfo Ponce es el dirigente de la comunidad. De niño era un “campeón” para subir a las cañas encebadas no solo en su parroquia. Era solicitado en lugares como San Pablo, donde habitaban sus padres, porque siempre ganaba y de forma rápida estaba en la cima. Desde ahí compartía los premios. Nunca le tuvo miedo a las alturas.
“Nuestra misión con estos eventos es que la niñez y juventud no se haga esclava del celular y otras herramientas tecnológicas sino que se dedique más a los juegos tradicionales”, refiere Rodolfo, de 48 años.
Es esa experiencia que le da la facilidad a Rodolfo de coordinar estos juegos que se financian con autogestión, además el aporte de los comerciantes que llegan a ofertar sus productos en esta fiesta. Ellos en vez de pagar el espacio donan obsequios. El Gobierno Parroquial que lidera Adolfo Bravo Carranza (40 años) apoya con la logística.
En la comunidad la nueva generación practica la tradición. En ese grupo cala Kevin Intriago, de 15 años, que montado en su burro ganó la carrera. Está imbatible al ser por cuarto año consecutivo el campeón. También consta Adolfo Vera (17 años), es un “correcaminos” en el concurso ensacado.
Los tiros con resorteras forman parte de lo tradicional al momento de las competencias, hasta las damas apuntan y disparan en busca de un objetivo. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
Leonardo Hidalgo, director de turismo del Gobierno Provincial de Manabí (GPM), añade que en todas las zonas rurales de Manabí se hacen festividades relacionadas con los juegos tradicionales.
“En donde hay un festival gastronómico siempre se matiza con estos eventos”.
Nombra a lugares como Ayacucho de Santa Ana, San Isidro de Sucre, Campozano de Paján, además de Rocafuerte que aunque no tiene sector rural los habitantes desarrollan estas actividades.
Hace pocos días hubo una de estas citas en San Francisco de Paján. Hidalgo también lleva en su mente estos juegos porque de pequeño era muy bueno en subir la caña encebada; “era rápido”, agrega.
El dirigente parroquial Adolfo Bravo Carranza sabe que la comunidad de Palo Quemado está conformada por 60 familias aproximadamente.
Hace años se dejaron de hacer estos juegos pero desde el 2015 se los retomaron. La iniciativa fue de la comunidad.
Rememora que normalmente la gente de varias comunidades acostumbraba para cierta época del año realizar estos juegos concursos con fines de distracción, pero los tiempos fueron cambiando. “La comunidad quiso nuevamente demostrarle a los niños y jóvenes que son divertidas estas actividades y que se contagien”.
A la cita en Palo Quemado arribaron 1.200 personas, cifra que va en aumento cada año. No solo del cantón son los espectadores y participantes también llegan de otros sitios de la provincia.
“Fue una jornada divertida que generó buenos comentarios”, explica Bravo. En la jornada vivida el 21 de octubre hubo otros eventos y gastronomía. Al final todo terminó con un show de las Chicas Kimba, folclor y baile. (I)
Los galleros también tienen su espacio, muchos llegan con sus mejores ejemplares para dar clara muestra de fortaleza de cada una de las aves. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo