"Ni una menos" claman en Argentina
Hermanas, hijas o madres de mujeres que murieron a manos de un hombre, deudos de la violencia de género en Argentina gritaron el viernes "Ni una menos" acompañados por decenas de miles de personas que por segundo año marcharon conmovidos ante crímenes que no cesan.
En esta reedición de una primera marcha histórica que se realizó el año pasado en esta misma fecha, prevalece el impacto por los recientes feminicidios de Micaela, Milagros y Guadalupe, tres niñas de 12 años.
La foto de Karen sonriendo y la leyenda "nunca te olvidaré" llenaron la pancarta de Isabel Arias, una mujer de 34 años, que perdió a su hermana de 16 años el 21 abril del año pasado. Su novio de 19 años la mató de un disparo en la cara.
"Lo conocía hacía 9 meses y estaba muy enamorada. Ella era el sol de la casa, la menor de ocho hermanos y este año terminaría la secundaria. Soñaba con ser abogada", recordó Arias.
Isabel junto a sus hijas marcharon desde el Congreso a la Plaza de Mayo, cerca de la sede de Gobierno, y contaron sus testimonios convencidas de que es la manera de que "se haga visible la violencia que es invisible hasta que es tarde, hasta que hay sangre y mata", dijo.
Esta familia, como muchas otras, luchan porque el exnovio de su hermana muerta "sea acusado por feminicidio" y de esa manera sea condenado a cadena perpetua. Por ahora está preso bajo el cargo de homicidio agravado por vínculo, que establece penas más blandas. La sentencia se conocerá el 4 de julio.
Pese a que la marcha del año pasado multiplicó las denuncias y generó conciencia en la población, los asesinatos de mujeres por violencia de género no mermaron y sumaron 66 en los primeros tres meses del año, a razón de tres casos cada cuatro días.
Desde la marcha de 2015 hasta hoy se registraron 275 feminicidios, entre ellos hubo 57 mujeres apuñaladas, 66 baleadas y 40 golpeadas, según datos de la ONG Casa del Encuentro, la única en realizar la estadística desde 2008.
"Lo que vemos es que la situación no mejoró en nada respecto del año pasado. La calle se hizo más hospitalaria para la voz de las mujeres, pero al mismo tiempo recrudeció la violencia machista", advirtió la socióloga María Pía López, integrante del colectivo #Ni una Menos que impulsó la primera marcha.
Morir por violencia a los 12 años
Familias, jóvenes y hombres de todas las edades caracterizaron la inmensa marea de personas alzando la voz contra la violencia machista, que tenía su reproducción en 200 ciudades del país.
"De mi cuerpo y mi vestuario ahorrate el comentario. Ni una menos", decía una de las miles de pancartas con un lema tendencia en redes sociales y que se leía hasta en los avisos electrónicos de las estaciones del metro en el centro de Buenos Aires.
El recuerdo de Micaela Ortega, Milagros Torres y Guadalupe Medina, las tres de 12 años, estuvo presente desde la convocatoria. En la última semana sus vidas fueron truncadas por feminicidas.
Milagros fue encontrada muerta en su vivienda en Tucumán y su expadrastro fue detenido, acusado como presunto asesino.
Micaela apareció muerta el sábado en la ciudad de Bahía Blanca, tras haber sido engañada por un convicto prófugo de 26 años, que usó un falso perfil de niña en Facebook.
Guadalupe fue violada y estrangulada en un asentamiento precario de Rosario, y por su asesinato fue detenido un joven de 16 años.
Sus historias conmueven tanto como la de Belén, una mujer de 27 años presa en Tucumán (norte) sentenciada a ocho años de cárcel tras sufrir un aborto espontáneo en 2014, en una "condena arbitraria", según las organizaciones de mujeres.
"No somos todos iguales"
"Los machos no somos todos iguales. Hay hombres que respetan y aman a las mujeres", escribió en un cartel Héctor Méndez, un maestro de 40 años. Su mejor amiga sufrió una golpiza brutal a manos de su novio.
"Estoy por ella y por vergüenza, porque como hombre y como maestro necesito que esto pare, que esto cambie", dijo en la marcha.
Argentina cuenta desde 2012 con una ley que pena con cadena perpetua al hombre "que mate a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino".
Pero las organizaciones exigen la aplicación de un plan de erradicación de la violencia y la elaboración de estadísticas oficiales y de reforma educativa para instruir sobre la temática. (I)