La marcha por el “8M” en Quito exigió igualdad, justicia y libertad
“Marcho por los derechos de mi hija”, se leía en el cartel que sostenía Jorge Carmona, un padre de familia presente en la marcha realizada por el Día Internacional de la Mujer en Quito, este domingo 8 de marzo.
A su lado, la niña de siete años también hacía lo suyo: levantaba tan alto como podía un letrero que decía “¡Abajo el patriarcado!”.
Ella era la motivación de Carmona y su esposa para integrarse a la caminata. “Quiero que tenga una vida, porque las están matando y que sea una vida con derechos y con libertad”, dijo el progenitor.
Vestidos de morado avanzaron por la Av. 10 de Agosto, hacia el Centro Histórico. Como ellos, cientos de mujeres indígenas, afrodescendientes, mestizas y trabajadoras integraron la marcha pacífica. Se congregaron a las 09:30 en la Caja del Seguro Social, en el parque El Ejido.
Tenían carteles con consignas por la igualdad de derechos, banderas, pitos, tambores y gritaban para que la violencia contra las mujeres pare. Pedían que termine la indiferencia hacia el maltrato, reclamaban el acceso femenil a la educación, a una vivienda digna, más respuestas del Estado ante los femicidios y violaciones y libertad para decidir sobre sus cuerpos.
Verde, rojo y morado eran los colores que identificaban a algunos de los bloques participantes. A medida que la caminata avanzaba, más grande era.
Lucía Peña (19 años) y Maribel Solís, madre e hija, también participaron para que el machismo termine y para que las niñas desde pequeñas aprendan a ser más fuertes.
Con ellas caminaron amazónicas, mujeres sordas, feministas e integrantes de la Asociación Femenina Universitaria de la Universidad Central del Ecuador, de la Confederación de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores, representantes del pueblo Saraguro, entre otras.
En los carteles también estaban las fotos de chicas desaparecidas. Quienes los portaban pedían ayuda para encontrarlas. En medio del fuerte sol quiteño la marcha llegó a la Plaza de Santo Domingo al mediodía.
Permaneció durante unos minutos en el lugar. Allí se juntaron todos una vez más y volvieron a gritar por las mujeres, a repicar los tambores y a levantar las pancartas. (I)