Migrante ecuatoriano sigue sin rastro tras desaparecer en frontera con Estados Unidos
Dentro de mes y medio se cumplirá un año desde la desaparición del joven ecuatoriano Luis Germán Chisag, quien mantuvo contacto telefónico por última vez con su pareja sentimental, Sandra Yanchapanta, el 25 de septiembre de 2019. Ese día le contó que cruzaría el Río Bravo, frontera entre México y Estados Unidos, y del que no todos llegan al lado contrario.
Yanchapanta no pierde la fe de que las autoridades descubran qué pasó con su novio. La incertidumbre de no saber si aún está vivo le carcome cada día. “No es vida no saber de sus seres queridos”, comentó.
La historia de Luis es una de las tantas de migrantes latinoamericanos que intentan atravesar el desierto para acceder por un “futuro mejor” a Estado Unidos. Sin embargo, las condiciones para cruzar la frontera no solo son precarias, sino que el riesgo de morir es muy alto.
El hombre, de 24 años, era oriundo de una comunidad en la parroquia Quisapincha, del cantón Ambato. La falta de empleo y la esperanza de obtener mejores oportunidades para subsistir le hicieron tomar la fallida decisión de embarcarse en lo que se convirtió en un viaje sin retorno.
Luis pagó 15.000 dólares a una traficante de personas mexicana para que lo ayude a llegar a su destino, según relató Yanchapanta. En un primer intento fue detenido y deportado por las autoridades migratorias, pero no se rindió y volvió a probar suerte.
En agosto de 2019 se trasladó a México. Aprovechó que los ecuatorianos ya no necesitan visa para acercarse hacia el último punto de control antes de la frontera, la ciudad de Reynosa en el estado de Tamaulipas. El inconveniente es que en esa zona operan organizaciones dedicadas al narcotráfico y otro tipo de bandas criminales que extorsionan, secuestran y asesinan ilegales.
“Es muy alarmante esta situación y hacemos un llamado a los ciudadanos de la provincia de Tungurahua y de todo el Ecuador que no se arriesguen a viajar de manera irregular hacia Estados Unidos”, manifestó el cofundador de la organización 1-800 migrantes, William Murillo. El estudio de abogados se dedica a la búsqueda de ecuatorianos desaparecidos en la frontera mexicano/estadounidense.
A diferencia de su compañero sentimental, Yanchapanta si logró erradicarse en Estados Unidos. La joven reside actualmente en Nueva York, donde aún busca ayuda para obtener noticias de Luis, aunque sin respuestas. Las oficinas consulares le explicaron que en este tipo de viajes clandestinos, el destino de los que no llegan al lado contrario generalmente es el mismo. (I)