Los “títulos propios” generan inquietud por la falta de información
En los últimos días a los ex alumnos de maestrías de varias universidades españolas algo les preocupa, luego de conocer la resolución del Consejo de Educación Superior (CES) que declara: “...el nivel de los estudios conducentes a la obtención de los Títulos Propios de España, no corresponde al nivel de formación de los estudios y de las titulaciones oficiales que imparten y emiten las instituciones de educación superior del Ecuador...”. Sin embargo, en el fondo hay desinformación, como lo prueban las dos entrevistas anexas.
Antonio Poveda, de 26 años, cursó una maestría online en Administración de Negocios en la Universidad Carlos III de Madrid y es una de las personas que dice sentirse perjudicada con este nuevo fallo del CES.
Según explica, su propósito era dedicarse a la docencia, lo que lo empujó a buscar estudios de cuarto nivel para ajustarse a los requerimientos de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES). “Ahora mi título sale con una observación en el sistema. A muchos de mis compañeros que empezaron a entregar los papeles hace poco, ya ni siquiera se los aceptaron”, cuenta.
Esto también está contemplado en la resolución del CES -emitida el 5 de diciembre pasado-, donde se especifica que en el registro de inscripción de los títulos propios que constan en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior del Ecuador (Sniese), deberá incluirse una observación que indique que “el título otorgado no constituye un nivel de enseñanza oficial, por lo tanto no equivale a las titulaciones oficiales contempladas en el artículo 118 de la LOES".
Antonio y muchos de sus ex compañeros han abierto un blog donde se convocan a reuniones de manera periódica para discutir este tema y buscar alguna salida a la situación, incluso de manera legal. “Mi maestría tuvo un valor de 10 mil dólares e hice un préstamo de la mitad al Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo (IECE). Ahora estoy sin título y pagando esta deuda”, explica.
Paulina Briones, gestora cultural y directora del Sistema de Bibliotecas del Ministerio de Educación, atraviesa por una situación parecida. Ella optó por el Máster en Edición de Textos, avalado por la Universidad de Salamanca y desarrollado por la plataforma de Santillana Formación, en España.
Para ella, ante toda esta situación existen cuatro escenarios válidos que podrían plantearse. “Uno sería dejar de pagar el crédito que el IECE me dio; otro, que el IECE me devuelva el dinero que pagué por el Máster de Edición (...). También, que si no se aclara el panorama sobre esta titulación, la opción sea que Senescyt conceda becas para que las personas que optaron por un masterado puedan hacer alguno que esta institución considere válido, y, finalmente, que se indique qué instituciones son las que ofrecen masterados válidos en el país y en el exterior”, sostuvo.
Cynthia Lasso también realizó una maestría en Edición de Textos; pero en la Universidad Autónoma de Barcelona de manera presencial durante nueve meses de manera intensiva.
En su caso -dice- trabaja en su propio estudio de comunicación donde brinda servicios de edición de textos y diseño gráfico, por lo que no se siente directamente perjudicada; sin embargo, la situación es preocupante. “Aquí no existe este tipo de maestrías y uno tiene la expectativa de que si se invirtió en educación, eso se vea retribuido en el aspecto laboral, en tener más ganancias.
Además, si se me presentara la propuesta de ser profesora universitaria ya no podría tomarla, por esta limitación de los títulos propios”, precisa.