Las mujeres se dedican a desarrollar su liderazgo
Cada vez es mayor el número de mujeres que estudian una carrera. Se especializan y trabajan. Sin embargo, su presencia en la fuerza laboral muchas veces no destaca. Según un estudio de IPSOS – BID (Banco Interamericano de Desarrollo) realizado en 2016 en el país, el cargo de Presidente de Directorio correspondía a mujeres en el 11% y el de Gerente General, en el 10%.
Ellas forman parte de la fuerza laboral pero, en muchos casos, no llegan a la cima. Women For Women Ecuador es una organización que nació en 2016 con el objetivo de impulsar y ayudar a que más mujeres alcancen posiciones de dirección.
“Sabemos por estudios que cuando tienes más mujeres en tomas de decisión, las empresas generan mejores resultados”, comenta María Fernanda Corral, presidenta de la organización.
Mujeres empoderadas
Para cumplir este objetivo, la sociedad debe romper ciertas barreras. Empezar por los estereotipos. Corral dice que se trata de un proceso a nivel cerebral. “Cuando consistentemente ves a mujeres en posiciones de servicio o amas de casa, tu cerebro registra eso y hace que las asocies solo con ese rol”.
De igual forma se relaciona al hombre con una figura de éxito, empresario y líder. Debido a esta realidad muchas empresas trabajan para erradicar ese sesgo.
Otra de las barreras identificadas, dice Corral, es que las mujeres atribuyen sus éxitos a factores externos (caso contrario con los hombres) y se cuestionan sus propias capacidades.
“Al abrirse una oportunidad laboral, las mujeres necesitan sentir que tienen de 85% a 90% de cumplimiento con todas las características. Mientras que los hombres ven el cargo y si tienen 40% dicen: “estoy listo”.
Mientras la mujer desarrolla su carrera profesional y decide ser madre, el tema de permiso de maternidad se vuelve un sesgo más.
“Está demostrado por estudios en EE.UU. que por cada hijo que tienes te penalizan el 5% de salario porque suponen que al ser madre tu compromiso es mucho menor con el trabajo”, dice Corral.
Crianza, factor fundamental
Rima Assi, una luchadora por los derechos de la mujer y socia principal de McKinsey, consultora estratégica global, dice que desde temprana edad “se nos enseña a no ser tan fuertes o perseverantes como los hombres, lo que es contrario a lo que el entorno laboral nos pide a menudo”.
María Fernanda Corral recuerda el cuestionamiento de las habilidades en mujeres en la crianza. “Desde niña te dicen cuando estabas asumiendo temas de liderazgo que, en vez de ser una líder, eres una mandona”. Frases como esta implican en el desarrollo de la mujer que se muestre insegura de liderar y aceptar sus éxitos. “Se queda como un guion de vida y romperlo se vuelve complicado.”
Romper barreras
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard demostró que a las personas les agrada más un hombre competente y exitoso, antes que una mujer que haga lo mismo. Si lo hace se la suele catalogar como ambiciosa, por salir del molde en el que se espera encaje. Las mujeres deben decidir entre ser competentes o agradar.
Women For Women Ecuador tiene sus metas claras y para ello trabaja desde tres campos de acción.
“A las mujeres nos promueven por desempeño, debemos probarlo una y otra vez; mientras que a los hombres por potencial”.
Corral explica que en la agrupación que ella dirige, las mujeres se reúnen para aprender entre ellas. Algunas hablan sobre ciertas habilidades que les permiten crecer dentro de una empresa.
Existen semilleros en donde se trabaja con niñas con el programa de liderazgo “Quiero ser”. Consiste en apoyar a mujeres de 16 a 20 años, con la compañía de mujeres mentoras ejecutivas que refuerzan su autoestima y les permiten darle un mejor enfoque a su plan de vida.
Gracias a ello la organización activó las conversaciones en muchas empresas del país. Todo con el afán de tener más mujeres de éxito. (I)