Mujeres líderes y emprendedoras contaron sus historias
Cuatro mujeres contaron sus experiencias de liderazgo y emprendimiento en el marco del Encuentro Mujeres Líderes por la Equidad de Género, impulsado por el Banco Central del Ecuador (BCE), una iniciativa que en 2019 llegó a siete ciudades del país pero que ahora, por la pandemia, se realizó de manera virtual.
La primera fue Sonnia España Quiñónez, coordinadora de la agrupación Mujeres Progresistas de Guayaquil, quien habló sobre el poder de la organización para mejorar la situación socioeconómica de las mujeres que viven en el sector de la Trinitaria. La emergencia sanitaria impactó a las familias de muchas emprendedoras y por ello, la agrupación diseñó una iniciativa financiera para apoyarlas.
España explicó que 40 mujeres se pusieron como meta ahorrar $ 3 semanales desde el mes de marzo y ahora tienen la capacidad de hacer préstamos de $ 100 y $ 200 a quienes más lo necesitan, con un interés del 5%. Las beneficiarias son mujeres en condición de movilidad humana y víctimas de violencia intrafamiliar.
“Tenemos sueños, con el poquito ahorro que estamos dando queremos cambiar la historia de esas mujeres. Queremos que hayan instituciones que crean en nosotras y nos ayuden a fortalecer nuestros emprendimientos porque después de cada logro, tenemos nuevos desafíos” enfatizó.
Además, la agrupación busca la actualización de conocimientos porque consideran que “en este mundo, quien no se actualiza, se queda analfabeta”. Al momento tienen convenios con siete universidades para recibir talleres manuales que les permitirán que sus emprendimientos crezcan y llegar a ser “las arquitectas de sus propias vidas”.
La segunda historia que conocieron los más de dos mil conectados al encuentro fue la de Cristina Latorre Darquea. Ella y su esposo colaboraron en la reconstrucción de las viviendas afectadas en Manabí por el terremoto de abril de 2016. Su proyecto, Casas Emergentes de Bambú, permitió a muchas familias volver a tener un hogar después de la tragedia: “La casa es un paraguas y un comienzo de transformación. Da estabilidad social, salud y paz en el entorno” dijo.
Para ella, la corresponsabilidad de la sociedad en la búsqueda de las soluciones que le aquejan es fundamental. Ahora, junto a otros donantes, se dedica también a la capacitación y al coaching para motivar a más personas a que colaboren en su proyecto social.
La fundadora de Pacari, Carla Barbotó, fue la tercera en intervenir. Su negocio comenzó hace 18 años y en este tiempo ha colocado el nombre del Ecuador, no solo como uno de los países con el mejor cacao fino del mundo, sino como un referente chocolatero. Pero fue el modelo de su negocio el que quiso resaltar en su exposición; su cambio de visión sobre la vida y la naturaleza.
Pacari, según Barbotó, trabaja con cuatro mil agricultores que les entregan productos orgánicos cultivados en entornos megabiodiversos. “Pagamos tres veces más a los agricultores de lo que están acostumbrados a recibir. El trabajo más productivo viene de la mano de un ser humano feliz” agregó.
La empresaria invitó a los participantes y a los consumidores a reflexionar en las perchas sobre quién está detrás de un producto. “Ojalá les podamos inspirar para que ustedes también le den un valor agregado a todo lo que hacen”.
Y finalmente, la titular del Banco Central del Ecuador contó cómo llegó a ser la gerente general. Verónica Artola indicó que es la mujer más joven de toda Latinoamérica en este cargo y que apenas ocho mujeres en el mundo lideran este tipo de instituciones.
Contó que su trayectoria académica la colocó en este lugar, desde donde ahora quiere aportar en el empoderamiento de las mujeres, sobre todo en tiempo de pandemia, cuando las estadísticas revelan que muchas han tenido que dejar de trabajar para cuidar a sus hijos o adultos mayores.
Durante los dos años de su gestión no ha querido dedicarse solo a hacer política monetaria, sino por interiorizar los temas de género entre sus colaboradores y ha propiciado encuentros para conocer a mujeres que hacen cosas interesantes en sus comunidades.
“Cuando inspiramos a las mujeres, el PIB puede crecer entre un 3 y 4 por ciento adicional. Las empresas que tienen más mujeres en sus puestos directivos tienen más ventas y más ingresos” explicó la funcionaria.
Los encuentros por la Equidad de Género continuarán, dijo, enriqueciéndose con la participación de líderes mujeres desde distintos enfoques y disciplinas. (I)