La implementación de las 3 horas adicionales de actividad física en los establecimientos educativos del régimen Sierra y Amazonía, tal como lo señala la malla curricular emitida por el Ministerio de Educación, no se cumple aún en la mayoría de instituciones consultadas por EL TELÉGRAFO. La falta de una planta docente completa impide que esa carga se sume a las dos horas semanales que corresponden a la materia de cultura física.

“Tenemos entendido que las horas adicionales las dará el mismo docente del aula, pero en el caso de nuestra escuela no podemos todavía porque el profesor de cultura física al momento está a cargo de un paralelo y eso complica la tarea de todos”, indicó Pablo Tacuri, maestro de una escuela fiscal de Calacalí, quien dijo que en estos días recibieron un documento en el que se les especifica el contenido a impartirse.

“Debemos darles básicamente juegos recreativos, pero creo que debimos haber sido capacitados previamente”, acotó Tacuri, quien considera que en 15 días ya se aplicarán las 3 horas de actividad.

La misma situación se repite en la escuela Domingo Sarmiento, en el norte de Quito, donde al momento son los docentes de cada aula los encargados de instruir a los niños  en cultura física y en el ‘aprendizaje en movimiento’, como se denomina al espacio de las 3 horas adicionales. Desde el año anterior esta institución no cuenta con maestro de cultura física.

En la escuela San Francisco de Quito, según contó el profesor Cristian Mejía, al momento hay un intercambio de ideas entre todos los docentes para definir las actividades que se darán. “Estamos aún definiendo lo que se impartirá para cumplir con el objetivo de combatir la obesidad y el sobrepeso”, refirió.

Por su parte, Omar De la Cruz alumno del segundo año de bachillerato del Colegio Nacional Eloy Alfaro, comentó que es importante que exista más actividad deportiva en los alumnos, pero dijo que él no recibe aún ninguna hora adicional. “Es necesario tener un mayor espacio para desestresarse. Eso nos ayuda incluso para activar más y mejor las neuronas en el proceso del aprendizaje académico”, dijo Omar.

La misma idea tiene Cristina Oña, del colegio Gran Colombia, quien indicó que en su plantel tampoco se aplican las 3 horas de actividad física adicionales.

Solo la Unidad Educativa pública FAE implementó esta disposición. “Mi hija ya recibe esas horas con la misma profesora del grado y en ese tiempo hacen movimientos físicos y juegos recreativos”, indicó Geovanna Méndez, madre de familia.

El panorama privado

En los establecimientos educativos particulares la situación es diferente. En casi todos ya se imparten las actividades físicas adicionales  a través de juegos tradicionales. “A mi hija le envían a consultar sobre los juegos de antaño y luego lo practican en el patio”, comentó Adriana Romero, quien es madre de dos niñas que estudian en la escuela particular Heredia Bustamante.

Además, los viernes todos los alumnos de esta institución desarrollan una jornada de bailoterapia en la primera hora de clases.