Ningún guardia de seguridad, recepcionista o secretaria de la Dirección Provincial de Pichincha pudo detener a los 200 indignados madres y padres de familia que el martes pasado acudieron a esa institución intentando conseguir un cupo para que sus hijos estudien.

Los padres y las madres, preocupados, llegaron hasta el despacho de la directora provincial de Educación, Norma Alvear, pidiendo que se hagan valer los derechos constitucionales de sus hijos. “No es posible que mendiguemos un cupo, señora directora. Todos tienen derecho a estudiar”, le dijo Carmen Tiluisa a la funcionaria.

Madre de dos adolescentes, Carmen no obtuvo un cupo en el colegio Manuela Cañizares: “Ellas tienen buenas notas y me exigen entrar a ese colegio. Es el único lugar en donde quieren estudiar”, explicó la madre, quien llevó dos boletas de calificaciones y diplomas de aprovechamiento, como pruebas del esfuerzo realizado por las pequeñas.

Irma Angamarca, hermana mayor y representante de Luis Angamarca, se unió al grupo que se negaba a dejar las oficinas esperando que saliera la directora para exponer sus problemas.

De pronto apareció el director del departamento de Comunicación Social, para informarle que su caso será reportado en el segundo piso. “Yo quiero que mi ñaño se vaya al colegio Mejía porque queda cerca de la casa. Se supone que el Ministerio de Educación pide que los chicos estudien cerca de sus casas, pero eso de nada le sirvió porque se quedó afuera”, comentó Irma.

La directora provincial reconoció que existe inconformidad por parte de los familiares, pero explicó que “no hay por qué alterarse, ya que la institución está buscando medidas para ubicar a los estudiantes que no han logrado obtener un cupo”.

Alvear les dio la razón a los padres de familia, asegurando que la asignación de cupos se hará de acuerdo con la sectorización; es decir, a la relación de cercanía entre la vivienda del alumno y el colegio.

Según la funcionaria, el malestar de los padres se relaciona con su deseo de inscribir a sus hijos en los colegios emblemáticos como el Veinticuatro de Mayo, Mejía, Montúfar, Manuela Cañizares, etc. En las últimas pruebas de ingreso a la universidad, en tres de estos colegios se registraron altas calificaciones y por ende se obtuvo  la oportunidad de estudiar en el extranjero, con becas.

Para Alvear existen otras instituciones con excelente nivel académico y buena infraestructura. La Dirección Provincial emitió un comunicado a los colegios, solicitando un listado de los cupos disponibles. Entre ellos se encuentra la Red Educativa Primicias de Quito –ubicada en el sector La Ecuatoriana- en donde se encuentran disponibles 60 cupos, así como 12 espacios para estudiar en la Escuela Ciudad de Cuenca.

Sin embargo, a Margarita Quirca, madre de familia, no le parece que  esta sea la solución. Ella vive en el Inca, al norte de Quito, e inscribió a su hijo Christopher Carlozama en los planteles Shyris, Central Técnico y Velasco Ibarra, ubicados a 15 minutos de su hogar, aproximadamente. No obtuvo el cupo necesario. “Estos colegios no son tan emblemáticos y no lo tomaron en cuenta, es difícil registrar a nuestros hijos para estudiar”, señaló la madre con preocupación.

Al saber que los cupos existían  en los dos colegios mencionados por la Directora Provincial de Educación, mostró cierto enojo porque dichos planteles se encuentran lejos de su domicilio.

Quito está dividida en nueve distritos educativos. En la Dirección Provincial de Educación han colocado una lista en la que aparecen los planteles y su ubicación según los distritos. Cada representante de familia que no haya encontrado un cupo para sus hijos  tiene que identificar su distrito y los centros que allí funcionan. Después debe buscar los centros donde existen cupos.

Sin embargo, hay otros problemas que inciden en la falta de espacios. Hilda Gallegos, por ejemplo,  tiene a sus dos hijos en el Colegio San Martín, ubicado  al sur de Quito. Uno de ellos tiene que dar un examen supletorio porque no completó el puntaje requerido para aprobar el año.

Ella denuncia que las autoridades del plantel le pidieron que cambie a su hijo de colegio y que solo así podrá aprobar el curso.

El Ministerio de Educación prohíbe que se tomen medidas como esta. Hilda retiró a sus dos hijos del colegio, pero ahora está preocupada porque no encuentra cupo en otra institución.

Algo parecido le ocurre a Iris Ruiz. Vive en la parroquia La Magdalena y tiene una hija que estudia en el colegio Benito Juárez. Asegura que  fue a la secretaría del plantel con la intención de registrar a Berenice Mora, la menor de sus hijas “para continuar con la tradición de que estudien en el Benito Juárez”.

La madre llegó al colegio, y encontró una rotunda negativa. “Nunca me explicaron por qué le negaban el ingreso. Ahora no sé dónde matricularla”.

En la provincia del Guayas, para el presente año lectivo se estableció un sistema de matrícula inmediata para los niños y jóvenes que se mantengan en el plantel en el que fueron promovidos de curso.