El handball es un deporte que poco a poco va ocupando un espacio en la cultura deportiva de los guayaquileños. El Parque Samanes, ubicado en la Av. Francisco de Orellana, cuenta con cuatro canchas donde las personas de todas las edades pueden practicar esta disciplina.

El “tenis de los pobres” como se conocía popularmente a este deporte, se practica con dos o cuatro jugadores dentro de una cancha rectangular (regularmente cerrada), que cuenta con líneas que dividen el área de servicio (saque) y la pared.

En esta disciplina los jugadores usan sus manos para golpear una pequeña pelota de goma, similar a la de tenis, contra un muro sin que esta rebote en el suelo dos veces. Algunos practicantes optan por usar guantes especiales para amortiguar el golpe de la esférica.

Para Ariel Zavala, un aficionado de este juego, el handball es muy fácil de jugar. “No importa si eres niño, mujer, hombre o adulto mayor, con solo tener una pared y una pelota puedes practicarlo. Eso es lo maravilloso de esta disciplina”.

Al Parque Samanes no solo acuden deportistas, también se dan cita jóvenes estudiantes de diferentes colegios de Guayaquil, quienes después de una jornada larga de estudios deciden acudir en grandes grupos a las canchas para divertirse.

“Nosotros jugamos todos los días en el recreo. A veces apostamos que el equipo perdedor pone las colas después de clases”, mencionó Xavier Suárez, estudiante del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte.

Peter Aguilera, en cambio, es alumno del colegio Aguirre Abad. Dice que cada que juega se olvida de las enemistades que tiene con los vicentinos y que se dedica al juego toda la tarde.

“Aquí nos olvidamos de las riñas que existen. Tanto vicentinos como aguirrenses somos amantes del handball, lo practicamos en  nuestros colegios por separado y muchas veces nos reunimos aquí para competir”.

María José Rodríguez, otra amante del balonmano, comentó que las mujeres están ocupando un gran espacio dentro de este deporte. “No importa si eres alta o baja, si eres gruesa o delgada, lo único importante es el esfuerzo y las ganas de aprender algo nuevo, de los jóvenes deportistas”. (I)