En américa latina la educación no presencial inició en argentina en los años 80
Falta de tutores, la mayor falencia de las universidades a distancia
No dependen de un horario para estudiar. Trabajan y por ello tienen sus propios recursos económicos para financiar una carrera a distancia. Los estudiantes consultados que cursan esta modalidad comentan sentirse en desventaja académica, cuando se comparan con aquellos con estudios de manera presencial. “Siento muchos vacíos de formación. Creo que ha sido muy memorística la enseñanza y muy sujeta a las guías que nos dan, sin apoyarse en lecturas adicionales de otros libros, como veo que hay en otros centros”, indica Meliza Bravo, estudiante de Comunicación Social de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), pero en el centro regional Quito.
Ella, al igual que los entrevistados, indica que la enseñanza es exigente pero que sin un apoyo del docente tutor no tienen la pedagogía necesaria para aclarar las dudas que genera el aprendizaje. “En mi caso en pocas oportunidades he ido a las tutorías virtuales y realmente no me sirvieron porque el profesor no supo aclararme nada”, dice Mariana Marcillo, estudiante de séptimo semestre de Educación Ambiental de la Universidad pública de las Fuerzas Armadas (ESPE) en Sangolquí. Esta carrera ya no está disponible desde hace 2 años en la institución.
Precisamente la falta de tutorías y de docentes tutores especializados es una de las mayores falencias que indican los estudiantes al ser consultados.
Carolina Pacheco, quien estudia Ingeniería en Mercadotecnia en la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), concuerda que falta asesoría de los docentes al momento de estudiar. “Creo que debería existir más preparación en varios de ellos porque a veces no diferencian que estamos en modalidad virtual. Necesitan más herramientas”, dice.
La directora a distancia de la UIDE, Noemí Oleas, considera que en la modalidad el estudiante “es el verdadero protagonista del aprendizaje”. Indica que el centro superior pone énfasis en una tutoría sincrónica en tiempo real. La UIDE tiene en promedio 1.800 estudiantes a distancia.
Planes de regulación
Hasta el momento las carreras a distancia funcionan bajo el reglamento ordinario de educación superior, expedido por el CES. Pero el propio CES (Consejo de Educación Superior) reconoce que la falta de tutorías es un tema preocupante.
En una encuesta aleatoria, aplicada meses atrás, los alumnos ratificaron que había deficiencias al momento de ‘conectarse con el profesor’. Además, en la evaluación a las universidades categoría E encontraron falencias en las carreras programadas a distancia o semipresencial.
“Todos los alumnos deben tener el mismo nivel de conocimiento sin importar si estudian en línea, a distancia o en forma presencial”, expresa Enrique Santos, miembro académico del CES. Indica que en octubre este organismo iniciaría el debate para promulgar un reglamento exclusivo para la educación a distancia. Actualmente 15 universidades ofertan carreras con la modalidad a distancia.
Otro de los problemas mencionados por los encuestados fue la lentitud al momento de obtener su título, tanto en el proceso de tesis como en la entrega de los resultados. Mariela Delgado es un ejemplo. Cuenta que lleva casi 2 años tratando de concluir su carrera en la UTPL a distancia. “La última vez que me escribió el tutor fue hace 2 meses indicando que todo estaba listo, y que la graduación sería en julio, pero sigo esperando”, dice.
Agrega que ha formado un grupo de compañeros, quienes han enviado un oficio al CES para exponer el caso, aún sin respuesta.
Por su parte, la UTPL ha formado el ‘Grupo de Reflexión Académica sobre educación a distancia’ (Graedi) en enero de este año en Loja. Se dedica a investigar sobre el desarrollo de esta modalidad y del currículum de las carreras a distancia. Según Luján Portela, el grupo se constituyó por iniciativa de la institución con asesoría de la Unesco. “La idea es promover el desarrollo de los estudios en esta modalidad con calidad.
Además se trabaja en fundamentos pedagógicos y epistemológicos para elaborar un documento referencial”, indica Portela.