España: segunda denuncia por pederastia contra curas
Los religiosos detenidos en el sur de España por presunta pederastia declaraban este miércoles ante la justicia, que recibió una segunda denuncia por un escándalo que sacudió al Vaticano, llevando al papa Francisco a exigir que se reconozca la verdad.
Presentados inicialmente como cuatro sacerdotes de la archidiócesis de Granada, los detenidos son, según fuentes de la investigación, tres curas y un profesor laico de religión.
Detenidos el lunes después de que el propio papa alentase a una presunta víctima a denunciar los abusos, los cuatro eran interrogados este miércoles por el magistrado Antonio Moreno, titular del juzgado de instrucción número cuatro de esa ciudad andaluza, informó a la AFP una fuente judicial.
"Han empezado a declarar, al primero lo han llevado esta mañana temprano", aseguró.
Según la misma fuente, el juez Moreno, encargado de la investigación desde principios de noviembre, debía recibir este miércoles "una segunda denuncia que se presentó el lunes por la noche en el juzgado de guardia" y que éste trasfirió al instructor.
Dado que la investigación "está bajo secreto de sumario", no pudo precisar la identidad de ese segundo denunciante quien, según la prensa española, sería otro exmonaguillo, amigo del primero, que ya se había presentado anteriormente como testigo.
El escándalo estalló después que un hombre de 24 años escribiese una carta al papa Francisco, denunciando repetidos abusos sexuales cuando era menor por parte de un grupo de religiosos en una parroquia de Granada que frecuentó entre los 7 y los 18 años.
"Las prácticas sexuales más frecuentes iban desde masajes a masturbaciones y besos en la boca", afirmaba la prensa citando la carta del joven, según el cual otros niños y niñas habrían podido sufrir abusos sexuales.
"Recibí la carta, la leí, llamé a la persona y le dije: mañana ve a ver al obispo", contó el papa el martes durante su vuelo de regreso al Vaticano tras una visita a las instituciones europeas en Estrasburgo (Francia).
"¿Cómo lo estoy viviendo? Con gran dolor, con grandísimo dolor. Pero la verdad es la verdad y no debemos esconderla", reconoció Francisco, quien aboga por la tolerancia cero contra la pederastia, tras el surgimiento de varios casos en los últimos años que sacudieron a la Iglesia Católica, la mayoría cometidos entre los años 1960 y 1980.