Los salones del colegio Tránsito Amaguaña, en la cooperativa Balerio Estacio, lucen vacíos y silenciosos.

Las clases que a diario reciben los estudiantes fueron interrumpidas este martes por la presentación de la obra teatral “Jóvenes encadenados”, para prevenir el consumo de drogas.

El elenco, integrado por ocho estudiantes de segundo año de bachillerato, convirtió el  patio del plantel en un escenario de teatro.

Sillas, mesas, taburetes de llantas recicladas y una pared de caña colocaron para que se pareciera al interior de una casa. También recrearon con carteles un salón de clase y la pista de baile para lo que usaron una cámara de humo.

Emeregildo, personaje caracterizado por el estudiante Gustavo Ortega, lleva una noticia al aula. Entusiasmado cuenta a sus compañeras: “Muchachas les tengo un chisme. Esta noche tenemos un baile”.

“Full marroneo y full perreo. Vamos a hacer lo que dice Maluma”, propone una del grupo. Las expresiones provocan carcajadas de los presentes, ubicados sobre las gradas y el piso del patio.

Juana, papel interpretado por Génesis Cedeño, al inicio se negaba a ir.  “No seas aburrida”, le dicen sus amigas hasta que la convencieron.

La función continúa con otra escena en la que el grupo    baila al ritmo de “Yo no quiero agua, quiero bebida”.  Mientras se mueven un personaje misterioso, que usa la capucha de su chompa y gafas para ocultar su rostro, se pasea por la pista. 

En sus manos lleva una bolsita de papel con polvo blanco y un rollito, también de papel, que simula inhalar.

Cuando Juana queda sola se acerca y le propone que pruebe la sustancia, pero ella se rehúsa. “Mira lo que traigo para ti, toma te sentirás buenota. La primera es gratis”,

Juana responde: “No quiero. La vida es más bonita sin ese tipo de sustancias. Ándate de aquí y no molestes a mis amigos”.

Sin embargo, el desconocido no se da por vencido y  hace la misma propuesta a Emeregildo que baila con su novia. A él lo convence después de insistirle que se va a sentir “fuerte” y  “voladote”.

“Ya, Simón. Qué tienes un avión”, pregunta el joven, mientras el público ríe.

Luego Emeregildo acepta e incita a su novia a probarla.  “Tú me amas. Verdad. Confía en mí”. Ella al ver el efecto que causa y para demostrarle su amor, también lo hace.

La  obra muestra la vida de dos estudiantes y cómo las decisiones que toman afectarán su bienestar.

Para la elaboración del libreto los adolescentes recopilaron durante un mes información sobre el consumo de jóvenes que viven en el sector de la Balerio Estacio.

Génesis, por ejemplo, vivió en su hogar una situación similar. Ella contó que a uno de sus hermanos el uso de las drogas lo llevó a la cárcel.  “Él culpaba a mi mami de su problema, cuando realmente él no quiso recibir ayuda, sino que prefirió esas sustancias”.

Adalidia, madre de la estudiante, reconoció que la puesta en escena de esta historia la hizo recordar lo que sufrió con su hijo, pero también destacó que ayudará a que otros menores no caigan en la problemática.

“Jóvenes encadenados” es una de las 15 piezas creadas por estudiantes de colegios que participan en la semifinal del Encuentro Intercolegial de Teatro “Celebra Tu Vida, Cumple Tus Sueños”.

La iniciativa, que promueve el Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos de Guayaquil, forma parte de un proyecto de política pública. Esta busca generar acciones locales para la prevención, atención y restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes en situaciones de riesgo de consumo de droga. (I)