En Colombia se registran 975 casos de esta índole, según lo recoge la prensa de ese país
Ataques con ácido a mujeres, un exceso de la violencia machista
Durante los últimos días, la noticia de ataques con ácido a mujeres en Colombia ha indignado a esa nación. Incluso, el presidente Juan Manuel Santos ordenó a la Policía, a través de su cuenta de Twitter, máxima contundencia en las investigaciones. “Que la ley se aplique con todo rigor”, manifestó.
Dos sociólogos y una psicóloga coinciden en que estos casos reflejan todavía rasgos patriarcales y develan la intención de anular al otro en una sociedad que es egoísta.
La noticia en Colombia arde. Hasta el momento, varios medios de comunicación han reportado 975 ataques de este tipo durante los últimos diez años. El más reciente ocurrió el pasado 28 de marzo.
Natalia Ponce de León, de 33 años, tez trigueña y ojos rasgados, estuvo en el lugar equivocado. Bajó a la recepción de su edificio porque alguien, que no se identificó, tocó el timbre. Ella no sabía de quién se trataba y cuando se asomó a la reja no pudo reaccionar. Un hombre la roció con ácido y huyó. Ahora, Natalia tiene quemaduras de segundo y tercer grado en el cuello, abdomen, piernas y rostro. Hasta el viernes fue sometida a dos cirugías, según publican rotativos colombianos.
La Policía detuvo, el viernes, al principal sospechoso: Jonathan Vega Chávez, de quien se dice fue novio en la época quinceañera de la joven, aunque la madre de la víctima desmintió esta versión ante la prensa.
Una orden perentoria de Santos al director de la Policía, Rodolfo Palomino, para capturar al autor del atentado con ácido contra Ponce se convirtió en la principal presión para dar con su paradero.
La madre de Natalia, Julia Piñeros, vela por su hija, quien continúa en cuidados intensivos del hospital Simón Bolívar. Julia clama justicia y solicita al Gobierno que este caso no quede en la impunidad. “Lo que está pasando es una calamidad de las más atroces. Le quitaron el rostro a mi hija”, declaró a los medios locales.
Hay más casos. También está el de Sorlene Pulgarín (23 años), una joven bogotana quien sufrió un ataque en su propio hogar por una vecina, con quien tenía discusiones constantes. María Cuervo (43 años) fue rociada con ácido un 8 de marzo cuando se celebraba, precisamente, el Día de la Mujer. Gina Potes (37 años) fue sorprendida por un desconocido, quien le lanzó un recipiente con esta sustancia en el rostro. “Esto le pasa por ser bonita”, fue una de las frases que ella recuerda.
El PhD en sociología Felipe Allaga cree que estos casos develan un comportamiento enfermizo de una parte de la sociedad. A su criterio, uno de los motivos sería el querer anular al otro, pues sienten que viven inconformes en una sociedad injusta. Es como un mecanismo de arreglar cuentas, un castigo hacia un comportamiento que se considera inadecuado, dijo el experto. “Es una falta de reflexión crítica”, concluyó.
El sociólogo Santiago Recalde, además, considera que Colombia tiene un historial de violencia hace más de 50 años. Eso, sumado a la dosis machista que todavía existe en el país caribeño, genera prácticas de ‘apropiación’ y eso se traslada, con mayor potencia, al sexo femenino.
Lo traduce así: el marcar el rostro de una mujer, mutilarla o causarle algún daño de esa índole, y dejarla viva, es tratarla como un objeto, como una cosa, una propiedad privada. “Al machismo hay que leerlo, no solo como un comportamiento cultural sino como un problema estructural”, dijo Santiago Recalde.
Compara estos casos con la realidad local. Así, explicó que en nuestro país la violencia hacia la mujer tiene más relación con el maltrato físico. Cita el caso de una joven guayaquileña (27), quien perdió sus manos, luego de que su pareja las mutilara con un machete. También está la muerte de Lisset Avilés, candidata a concejala, que fue maltratada y luego enterrada en el patio de su propia casa por su expareja.
Alexandra Salinas, psicóloga clínica, expresó que, para determinar un patrón de conducta en los casos de ataques con ácido y de otros también violentos, es necesario realizar un estudio más exhaustivo. Pese a ello, reconoció que este tipo de acciones responde a una psicología humana muy compleja.
“Probablemente la estructura psicológica de las personas que hacen daño está alterada... Las frustraciones o limitaciones le impiden al ser humano actuar de una manera racional, asertiva, pensante. Esto se convierte en conductas agresivas y violentas”, concluyó.
La Fundación Internacional de Sobrevivientes del Ácido, anualmente reporta más de 1.500 casos de ataques con esta sustancia en el mundo, la mayoría ocurre en Bangladesh y Pakistán, al sur de Asia.