Guayaquil-Quito.-

Nuevos datos surgen en la investigación sobre el ataque a Angie Silva, ocurrido en la Zona Rosa de Guayaquil, un lugar destinado a bares y discotecas. Al parecer una de las mujeres que agredió a Angie también había recibido golpes.  

El jefe de la Policía Judicial, coronel Jorge Flores Salazar, explicó que el informe de la institución detalla que Simuy L. reaccionó con golpes porque ella habría sido agredida al interior de la discoteca Santo Remedio. Luego, junto a las personas que la acompañaban, persiguió a Angie hasta los exteriores del lugar.

“Angie habría perdido el equilibrio, cae al piso y es alcanzada por al menos 4 mujeres que le agreden entre otros elementos, aparentemente, con picos de botella, zapatos de plataforma y tacos, y posiblemente un arma blanca, causándole heridas contusas y cortantes en cabeza, cara, extremidades, espalda y glúteos”, detalla el documento.

Posteriormente fue trasladada por una ambulancia del ECU-911 hasta la Clínica Panamericana, en donde recibió atención de emergencia, suturando aproximadamente 200 puntos para cerrar sus heridas. En primera instancia se emitió un certificado médico de incapacidad por 31 días, pero se pidió a la Fiscalía otra valoración.

El informe detalla que las verificaciones de lesiones de Angie y demás averiguaciones permitieron las detenciones de Simuy L. y Marisol P., identificadas claramente como parte de las agresoras. Para ambas inició una instrucción fiscal por el delito de lesiones.

Soraya Franco, asistente del consultorio jurídico del doctor Héctor Vanegas, explicó a EL TELÉGRAFO que la figura legal fue cambiada a intento de asesinato.

A las 13:00 y 14:00 de ayer se tenía previsto tomar las versiones de  las involucradas en las instalaciones de la penitenciaría.

El jefe de la Policía Judicial destacó que, a través de las denuncias ciudadanas, luego de la difusión del ataque en redes sociales, se conoció la ubicación de otros posibles agresores.

El lunes 30 de junio se detuvo a Tamara V. y a su pareja José Y., quienes de acuerdo a los videos, que circulan en Youtube y el expediente investigativo, habrían también participado, de una u otra manera, en los hechos.

Es decir que al momento hay 4 personas investigadas por el ataque a la joven. En el proceso, la Policía identificó a la mujer que corta los muslos de Angie.

Además, se investiga a un hombre que en la primera agresión patea a Angie mientras era golpeada en el piso y a otras 2 mujeres, presuntas familiares de Simuy L., que también habrían participado en el delito que se investiga.

El coronel Flores considera que por el nivel de la agresión parecería ser la consecuencia de la ingesta de alcohol de forma no moderada. “Hemos visto que los temas de violencia se asocian mucho al consumo de licor, de sustancias prohibidas, no descartamos que esa pudiera ser una posibilidad, pero este nivel de violencia es la primera vez que vemos en Guayaquil”, sostuvo.

Puntualizó que los fines de semana la Zona Rosa, el Distrito 9 de Octubre y Modelo son controlados por 30 elementos de la Policía Judicial, aunque se activan otros componentes, como la Policía preventiva y de servicios de antinarcóticos. No es la primera vez que se registran hechos de violencia en este espacio de bares. En diciembre de 2014 un hombre fue hallado muerto en el congelador de una discoteca de esta zona. (I)

La afectada debería recibir terapia sicológica

Una agresión como la que sufrió Angie Silva causa un fuerte impacto sicológico. Así lo explica el especialista Hans-Georg Bertenbreiter, quien recomienda una atención inmediata. Si bien no ha valorado a Angie, explica que podría presentar un bajo nivel de autoestima al ser agredida por personas de su mismo sexo y un posible cuadro de depresión y ansiedad.

A su criterio, se podría aplicar una terapia que la libere de la carga de la agresión y que restituya la percepción de sí misma. “Las personas no solamente reaccionamos frente a algo que nos pasó, sino también cuenta todo el historial que tenemos. Habría que analizar si la joven tiene alguna agresión física previa de su pareja, familia o círculo social”, destaca.

Hans-Georg reconoce que en caso de que la joven quede con varias cicatrices físicas en su cuerpo, es más urgente todavía recibir apoyo sicológico. “El daño es corporal y físico, y eso no se puede disociar”, concluye.

Según el diagnóstico médico, la joven tiene heridas en la región central de la mano izquierda. En 2 de sus dedos tiene 15 puntos, en la región del hombro izquierdo 7 más y una herida en el tórax posterior con 24 puntos. Más de 100 puntos en todo su cuerpo.

El cirujano Luis Pérez explicó la intervención a la que fue sometida la joven. “Atendimos las heridas de consideración. Tenía una cicatriz grande en la región de su ojo izquierdo que atravesaba el párpado superior y el pómulo, cerca de la nariz”, indicó.

Las heridas en sus manos son analizadas porque Angie aún no tiene total motricidad. También fue sometida a una resonancia magnética. (I)