Solo en Youtube, hasta el mediodía de ayer, el video de la agresión a Angie S. estaba subido en 5 cuentas diferentes.

El número de reproducciones superaba las 38.000 visitas, mientras que en Facebook y Whatsapp la grabación se seguía compartiendo entre los usuarios.

Desde el lunes pasado el video se convirtió en un hecho viral, hubo quienes lo criticaron y otros quienes igual lo vieron y lo compartieron.

Las imágenes muestran cómo un grupo de mujeres atacó a Angie S. afuera de una discoteca en la Zona Rosa de Guayaquil.

La agresión fue realizada con puños, el taco de un zapato y con objetos cortopunzantes, como lo reveló en una denuncia el conviviente de la joven, Kevin T. L., quien estaba en el lugar del ataque callejero.

Según su pareja, una mujer empujó a Angie y la golpeó en el rostro. Antes de esto las amigas de la supuesta agresora la lanzó una botella a la joven. Al intentar correr para coger un taxi, las personas gritaron “cójanlos, cójanlos” y Angie tropezó.

“Yo la intenté parar y el grupo que estaba con las chicas me apartaba y decía que conmigo no era el asunto. Un chico que estaba ahí, que me amenazaba, le partió la cabeza a mi mujer”, dijo Kevin T.L.

Según la pareja de la joven agredida, las mujeres hirieron a su pareja con picos de botella y en ese momento un ciudadano desconocido empezó a grabar con su celular.

Un caso viral en las redes

Los hechos violentos han estado desde los inicios de la civilización, la diferencia con el ataque de Angie S. es que fue viralizado ‘gracias’ a la tecnología.

“No es que la violencia ha cesado, sino que ha mutado. Sería interesante ver cómo podemos convertir en oportunidad esto que hasta ahora sigue siendo una amenaza”, señala Jorge Luis Escobar, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos.

Para él lo ocurrido revela que la sociedad es altamente violenta, y también que la gente en redes demanda este tipo de hechos, “si usted sube un video culto en donde pone una frase que cambie el mundo, mire cuántos lo observan. Lo que determina es que la sociedad disfruta el hecho de ver cómo la gente se agrede y cómo se pelea”.

El psicólogo clínico Escobar, señala que el grabar actos similares implica que existen los accesorios tecnológicos para que quede en evidencia los hechos y que la sugerencia sería “detente si vas a ayudar, no te detengas si no vas a ayudar”.

Los familiares de Angie S. se encuentran “anímicamente mal, debastados, no pueden comer ni dormir porque no hay tranquilidad”, de acuerdo a declaraciones de Nury Z., una de las hermanas de la víctima.

Ella considera que la difusión del video fue perjudicial para la imagen de Angie S. porque incluso “se ven sus partes íntimas”. Aunque dicen que debían hacerlo para que el acto no quede en la impunidad.

Estado de la joven

Hasta el lunes por la noche Angie S. permaneció en la Clínica Panamá, y luego fue trasladada a la Clínica Kennedy. El cirujano a cargo, Luis Pérez Montesinos, señaló que las heridas comprometen su rostro de manera significativa y además tiene lesiones colaterales.

“Mi hermana tiene hemorragia interna en el ojo izquierdo y puede ser posible que pierda la vista en ese ojo. Hay que esperar que se le baje la hinchazón para poder hacerle un eco y de ahí determinar si se lo extirpan o no”, dice Nury Z.

El médico, que atiende a la joven forma parte de la Fundación Sin Cicatrices, que surgió con el caso de la modelo María Fernanda Vargas, quien hace más de un año fue agredida de manera muy similar.

La abogada defensora de la joven, Soraya Franco, manifestó que la mujer también será sometida a una valoración médica por un perito de la Fiscalía.

El 2 de julio se tomará la declaración de las 2 supuestas agresoras, y el viernes se revisará el lugar donde ocurrió el hecho.

Todo esto se hará mientras el video sigue circulando en las redes, y los programas de farándula le dan cobertura total a la agresión. (I)