Especial
Quito tiene deudas pendientes frente al Hábitat I y II
Hace 15 años, Francisco Rivera y Guadalupe Pinzón, oriundos de Lloa, se radicaron en el barrio Solanda, al sur de Quito, en busca de un futuro mejor. Sin embargo, las posibilidades de crecer fueron escasas.
Aunque ambos trabajan, todavía arriendan y no han podido construir su casa, “está difícil la situación económica. Además tenemos muchos gastos que nos impiden invertir en algo más”.
Hace una semana solicitaron un préstamo para construir su casa y resultó aprobado.
Hace 25 años, Norma Tenelema adquirió un terreno al norte de Quito, en lo que hoy es el barrio Mirador Noroccidente (ilegal). Allí construyó su inmueble de 170 metros cuadrados. “Aquí faltan servicios como agua potable, alcantarillado, luz eléctrica y adoquinado”, indicó Ángel Rieda, secretario de Mirador Noroccidente.
Controlar la migración del campo a la ciudad y detener los asentamientos humanos irregulares fueron los principales compromisos adoptados en la conferencia Hábitat I, en Vancouver (1976).
Fernando Carrión, urbanista, investigador y catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), indicó que para la época se conformaron las ciudades duales (formales e informales).
Como producto de esas políticas aparecieron en Quito los barrios periféricos y sin servicios básicos, “las directrices que se plantearon en aquella época no lograron cumplir esos objetivos”.
Esto provocó que actualmente, de los 1.300 barrios de la ciudad, el 50% sean informales.
Jacobo Herdoíza, secretario de Territorio Hábitat y Vivienda del Municipio, dijo que la regularización es el método para garantizar la seguridad humana. Recordó que la migración creció en Quito por el boom petrolero, proceso que continúa debido a la fuerza demográfica propia de la ciudad.
“Actualmente lo que está ocurriendo son las migraciones internacionales. En los últimos 2 años recibimos una importante migración de Colombia, Venezuela, Haití e incluso de Asia y África”. Aclaró que el problema ya no es la migración masiva, sino (encontrar) los mecanismos para que la ciudadanía tenga acceso a terrenos más baratos y vivienda digna.
Luisa Maldonado, concejala por Alianza PAIS, informó que los objetivos del Hábitat I se afianzaron con base en el “derecho a la ciudad”, promulgado en la Constitución de 2008 y en el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad), que genera un marco jurídico para que los barrios informales puedan ser reconocidos por el Municipio.
“En Quito teníamos un atraso histórico de hasta 40 años, es decir barrios de esa época que no eran reconocidos. Este tema se avanzó mucho en la anterior administración. Mientras que en la actual el proceso es lento”.
Rieda, secretario del barrio Mirador Noroccidente, dijo que la falta de celeridad en los procesos de legalización ha impedido solicitar obras.
En cambio, Herdoíza resaltó que la Unidad Regula Tu Barrio sigue trabajando en beneficio de los quiteños. Aclaró que los objetivos planteados en el Hábitat I se siguen cumpliendo en la actual Administración Municipal. Además, resaltó la inversión en movilidad (amigable con el ambiente), la recuperación de espacios públicos y la repotenciación de la agenda ecológica.
Los objetivos de esa primera Conferencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se ratificaron en Hábitat II, realizado en Estambul, Turquía, del 3 al 14 de junio de 1996.
Quito mejoró en los últimos años
Los compromisos de esta segunda conferencia fueron garantizar la vivienda adecuada y lograr que los asentamientos humanos sean más seguros, salubres, habitables, equitativos, sostenibles y productivos.
El investigador Fernando Carrión manifestó que el problema de la vivienda sigue intacto en la ciudad. Resaltó que ese eje “fue manejado desde el neoliberalismo promoviendo el subsidio a la oferta”.
Ahora se va a desarrollar la tercera conferencia, y según Carrión, se priorizará el concepto de ciudad, “aquí ya no es el manejo neoliberal de la vivienda, sino el manejo neoliberal de la ciudad”.
El secretario de Territorio Hábitat y Vivienda en cambio, declaró que otro objetivo de Hábitat II fue paliar las desigualdades socioeconómicas en las ciudades. En el caso de Quito dijo que en las últimas décadas se ha perfeccionado una serie de cuerpos normativos y programas urbanos, como los planes de vivienda de interés social. Entre ellos el Plan Especial Quitumbe, la Ciudad Bicentenario, el programa de reconocimiento y la legalización de los barrios.
Así mismo, manifestó que la descentralización de las competencias permitió el desarrollo urbano de los Municipios.
La concejala Maldonado resaltó que la anterior Administración Municipal impulsó la construcción de vivienda de interés social y de relocalización (quebradas y zonas protegidas), como Bellavista de Carretas, Victoria del Sur, Huarcay, entre otros.
“La actual Administración no ha continuado con los proyectos de vivienda. Actualmente existen 6 mil familias que necesitan ser reubicadas”.
Maldonado así como Herdoíza afirman que el Cootad permitió avanzar en los objetivos de las 2 anteriores conferencias mundiales.
El secretario municipal dijo que otro objetivo que se ha repotenciado en la última década, es la sostenibilidad ecológica (agenda verde). “Por ejemplo en la creación de parques metropolitanos, recuperación de espacios públicos y las declaratorias de zonas protegidas”. Aclaró que las agendas de Hábitat son el norte, sin embargo “los objetivos (de estos documentos) son difíciles de alcanzar porque tienen componentes de utopía. Quito ha tenido acciones asertivas y han contribuido”.
Entre ellas —aclaró— la sostenibilidad en el transporte público como el Trolebús y Metro.
Maldonado habló de la importancia del Gobierno Nacional para cumplir con las metas de Hábitat I y II, especialmente en la descentralización de los servicios básicos. Puso el ejemplo del sur de Quito y dijo que la ubicación de la Plataforma Gubernamental del sector Social permitirá mejorar la calidad de vida. (I)