La heroica madre de los niños del holocausto
Irena Sendler o Sendlerowa tuvo tres hijos biológicos, pero por su legado es más conocida como la madre de más de 2.500 niños judíos a los que salvó del holocausto nazi, a costa de su propia vida, durante la Segunda Guerra Mundial.
Hija de un reconocido médico, nació como Irena Krzyzanowska el 15 de febrero de 1910, en Varsovia, Polonia, y desde niña sintió simpatía por los judíos. De creencia religiosa católica, se formó como enfermera y trabajadora social.
Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena trabajaba en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia que llevaba los comedores comunitarios de la ciudad. Allí brindaba comida a huérfanos, ancianos y pobres, además de ropa, medicinas y dinero. La ayuda era para judíos y católicos.
En 1942 los nazis crearon un gueto en Varsovia. Irena, horrorizada por las condiciones en que se vivía allí, se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, Zegota. “Conseguí, para mí y mi compañera Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Más tarde tuve éxito en conseguir pases para otras colaboradoras. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que los polacos controláramos el recinto”, contaba Irena.
Durante un año y medio, hasta la evacuación del gueto en el verano de 1942, la enfermera, con apoyo de sus ayudantes, consiguió rescatar a más de 2.500 niños en ambulancias, como víctimas de tifus. Se valió de todo tipo de subterfugios para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes... en sus manos, cualquier elemento se transformaba en una vía de escape.
Entre los miles de niños y bebés rescatados, uno de los ejemplos que pasó a la posteridad fue el de Elzbieta Ficowska, quien tenía 5 meses.
El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo (Policía secreta alemana) y llevada a la prisión de Pawiak, donde fue torturada. En un colchón de paja encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en ti confío”, que conservó consigo hasta 1979, cuando se la obsequió al papa Juan Pablo II.
Por la trascendencia de sus acciones humanitarias, Irena fue candidata al Premio Nobel de la Paz en 2007. Aunque no ganó, fue reconocida como Justa entre las naciones y se le otorgó la más alta distinción civil de Polonia al ser nombrada dama de la Orden del Águila Blanca.
Irena falleció en Varsovia el 12 de mayo de 2008, a los 98 años. Su heroísmo fue llevado a la televisión por la cadena CBS en la serie The Courageous Heart of Irena Sendler.