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Un “viajero” que mueve a 80 mil católicos en Azuay

Previo al gran Pase del Niño Viajero, que se desarrollará hoy en el centro histórico de Cuenca, los colegios y las instituciones públicas también hicieron sus propias procesiones por las calles de la ciudad.
Previo al gran Pase del Niño Viajero, que se desarrollará hoy en el centro histórico de Cuenca, los colegios y las instituciones públicas también hicieron sus propias procesiones por las calles de la ciudad.
Foto: Fernando Machado / et
24 de diciembre de 2017 - 00:00 - Rodrigo Matute Torres

Las calles de Cuenca están llenas de luces y color. Hay más de 500 mil bombillos que alumbran las noches y se han convertido en una invitación para que los turistas y cuencanos salgan a caminar.

Todo forma parte de los preparativos para el gran Pase del Niño Viajero que inicia  hoy a las 09:00 y finaliza  cuando los rayos del sol se oculten.

“Qué bonitos se ven las calles, el barranco y otros sectores de la ciudad con la Navidad”, indicó Marianela Lucero, mientras caminaba por la calle Bolívar y, junto a su familia, contemplaba las luces colocadas sobre las arterias viales y los árboles del parque Calderón.

El sector de El Barranco también fue iluminado. Hay luces azules ubicadas sobre el río Tomebamba, algunas de las cuales forman figuras como las cholas cuencanas y pescadores, entre otros.

“Creo que es la ciudad de las luces”, dijo Mario Quezada, mientras hacía fotografías  en el sector de la Universidad de Cuenca.

En la Plaza El Otorongo, un árbol de 35 metros de altura llama la atención de los turistas. Las luces led de distintos colores también forman varias figuras.

Según el director de la Fundación Iluminar, Iván Genovez, el diseño del árbol se hizo exclusivamente para Cuenca y se fabricó con técnicos y manos ecuatorianos. Es el más grande que se ha levantado en Ecuador, mide 35 metros de punta a punta.

Marcelo Cabrera, alcalde de esta ciudad, recalcó que este año los cuencanos y los turistas nacionales y extranjeros observaron la edificación del árbol más grande del país “y han dejado los mejores comentarios”.

El árbol navideño tiene 18 metros de diámetro en la base y 1.000 metros cuadrados de cobertura. Fue encendido el 15 de diciembre con la presencia de ciudadanos y autoridades de la urbe.

 Entre ellos estuvo monseñor Marco Pérez Caicedo, arzobispo de Cuenca, quien aprovechó la ocasión para dar un mensaje de paz. Dijo que la Navidad es el mejor momento para unirse.

Caminar por El Barranco, que tiene casi 1 km de largo, en especial durante la noche, es disfrutar de los paisajes y de las luces.

“Mis hijos son los más entusiasmados con todos estos detalles”, indicó Carolina Reyes, que estaba junto a su familia cerca del Puente Roto.

La iluminación colocada en   el río Tomebamba parece formar olas azules, además hay  100 figuras ubicadas en las riveras que representan la fauna, la flora, los pescadores, las lavanderas, los puentes y las pasarelas.

La luz llega al río a través de cientos de metros de manguera luminosa con tecnología led. En cambio, en el portal Artesanal en las calles Bolívar y Huayna-Cápac está un meganacimiento que tiene figuras de 9 metros de altura.

Las calles del centro histórico, la ruta tranviaria y la Av. 12 de Abril también se engalanan con 150 pendones y pasacalles, en los que están los íconos de la identidad cuencana, como la chola y las cúpulas de la Catedral de la Inmaculada, y adornos alusivos al época navideña.

Los parques Calderón, San Blas, San Sebastián, María Auxiliadora y la Plazoleta de Santo Domingo también están iluminados.

Tienen figuras colgantes y letras fosforescentes de gran escala. Hay 800 mil focos led de bajo consumo a lo largo de toda la ciudad.

La fiesta del Niño Viajero

Pero no solo hay luces que ponen el colorido durante estos días. El movimiento ha sido intenso. Muchos ciudadanos han trabajado para alistar el tradicional Pase del Niño Viajero.

La semana anterior se efectuó el pregón que llevó la imagen de ese Niño a las oficinas públicas en las que se hizo la invitación para ser parte de la procesión religiosa.

Según los organizadores,  80 mil personas se apostarán a lo largo de la calle Bolívar, que es una de las arterias principales de la urbe y que cambiará de sentido únicamente para recibir a los miles de pastores, gitanas, cholitos, danzantes, mayorales, vírgenes y san José y varios infantes que representan al Niño.

La fiesta religiosa, considerada la más importante de Cuenca e incluso del sur del país, se prepara con seis meses de antelación, debido, por un lado, a la cantidad de personas que atrae y, por otro, a los participantes de todas las edades.

Historia del Niño Viajero

De acuerdo con varios escritos de historia, en 1961 se hizo el primer Pase del Niño Viajero en la capital azuaya. En aquella época el recorrido fue desde San Sebastián hasta la Catedral.

La imagen del Niño fue esculpida en madera por Josefa Heredia en 1823. Para 1961,   llegó a manos de monseñor Miguel Cordero Crespo, quien en ese mismo año visitó templos de ‘Tierra Santa’ y llevó consigo al Niño cuencano.

Monseñor colocó la escultura en Belén, donde nació Jesús; además fue bendecida por el papa Juan XXIII, en Roma, la capital italiana.

En Ecuador, el religioso entregó la imagen a Rosa Palomeque Pulla, quien se convirtió en la primera prioste de la figura hasta 2007, año en que falleció. Luego pasó a su hija, a su nieta y finalmente a las religiosas del Monasterio del Carmen de la Asunción.

Desde 1961 se rinde culto al Niño Viajero con el gran pase, que en la actualidad es organizado por las religiosas del Monasterio; el Grupo Juvenil Hermano Miguel y la Universidad Católica, los priostes y padrinos.

“Es el Niñito de la casa, cada día le rezamos y cada mes le cambiamos de traje”, cuentan las religiosas del convento.

La figura es celosamente cuidada en una urna de cristal adentro del convento. La sacan a la calle solo una vez al año, el 24 de diciembre, para el Pase. Pocos saben que la imagen que recorre las parroquias y mercados previo a la procesión (octubre, noviembre y antes del 24 de diciembre) es una réplica.

El Niño Viajero verdadero mide 20 centímetros, tiene   un tono claro en la piel, cabello rizado color café y ojos grises. Estas características lo convierten en una obra de arte, dijo Luis Cabrera, cuando fue arzobispo de Cuenca.

Hoy, a las 08:00, habrá una misa en la iglesia del Carmen con todos los priostes y devotos del Niño. Posteriormente, llevarán la imagen hacia el sector del Corazón de Jesús, donde es esperada por los ciudadanos para iniciar la peregrinación.

El Pase del Niño Viajero, que fue declarado en 2005  Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, y la Cultura (Unesco), es acompañado por 200 carros alegóricos. Los vehículos son arreglados por los devotos que están en todas las partes de la provincia.

Ellos se han preparado durante varias semanas para esa celebración y han hecho más de 5 mil litros de chicha y 8 mil panes, que serán repartidos en la calle Bolívar.

Los donantes y financistas de esta procesión explican que acompañar al Niño “es una forma de agradecerle por los favores recibidos”. Uno de ellos es Aurelio Castillo, quien está listo para salir al pase junto con sus nietos, que estarán vestidos de pastores.

Nacimientos cuencanos

La familia Criollo-Vivar se ha convertido en los últimos 15 años en la protagonista de la Navidad por construir el nacimiento más grande de Cuenca.

Reinaldo Criollo, junto a su esposa, Gloria Vivar, comienzan tres meses antes con los preparativos para armar el pesebre.

Compran piezas para, en unos casos, reemplazar las que se rompieron el año anterior, o para añadir un atractivo más al nacimiento, que es muy visitado en su vivienda, ubicada tras la facultad de Administración de la Universidad de Cuenca.

Más de 2 mil piezas son colocadas minuciosamente en ese pesebre, que está sobre un área de 8 metros de largo por 6 de ancho.

Los hijos, nietos y hasta los vecinos ayudan en el trabajo que se exhibe desde el 15 de diciembre. “Siempre trabajamos hasta la medianoche, pero todo por la fe que le tenemos al Niñito”, dijo Reinado Criollo, quien ha construido este nacimiento por más de 47 años. Eso le ha otorgado premios locales y nacionales.

Este nacimiento tiene una particularidad. Sus propietarios tratan de emular la vida cotidiana de los campos de la provincia del Azuay, es decir, del campesino con sus animales y poner en escena las tradiciones de esta parte del país: las danzas del Tucumán, por ejemplo, así como otras representaciones de esta zona con sus comidas típicas y sus paisajes.

Otro de los nacimientos que llama la atención es el de Alberto Mora. Su representación está compuesta por varios pesebres en miniatura. En total son unas 1.500 piezas. Mora padece de cáncer y su sueño es mostrar al público lo que ha guardado por más de 10 años. En algunos casos han sido regalos y en otros, compras en los viajes que hizo al exterior.

“El nacimiento azteca es el primero que tuve en mi colección”, dijo Mora. También tiene nacimientos de Colombia y Guatemala. En el de  Ecuador se destaca, por ejemplo, el nacimiento saraguro.

Otro que atrae las miradas es un nacimiento construido dentro de una concha y elaborado por los artesanos de Salinas de Bolívar. Sus figuras no superan los 5 centímetros de altura.

Seguridad en el Pase del Niño

Las autoridades de control de la Municipalidad y de Gestión y Riesgos han puesto en marcha un protocolo de seguridad para vigilar las calles y evitar situaciones de peligro para los ciudadanos.

Desde ayer, en horas de la tarde, los carros alegóricos  se estacionaron en el sector del Corazón de Jesús para el desfile, que se hace a lo largo de la calle Bolívar. 

Los devotos pasarán por el parque Calderón, luego de recorrer más de 10 cuadras y se dirigirán hasta la Plaza de las Flores, donde está la iglesia del Carmen para escuchar una misa.

En el Pase del Niño Viajero, que es una de las celebraciones católicas más grandes del país, hay bandas de pueblo, comida típica y “castillos”, cargados de regalos.

Tradición

- Este año se instaló un árbol de 35 metros en el sur del país, para muchos el más grande del Ecuador, como una invitación para festejar la Navidad y también para que sean parte del Pase del Niño Viajero por las calles de Cuenca.

- 56 años cumple  el Pase del Niño Viajero, que se desarrolla por las calles de Cuenca el 24 de diciembre.

- Devotos del Niño Viajero distribuirán hoy gratuitamente chicha y también panes de navidad a los participantes del Pase del Niño. Ellos los elaboraron por cuenta propia para este festejo navideño. (I) et

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