Niño Viajero pasea por las calles cuencanas
Dos imágenes del Niño Viajero tiene Cuenca. La una que recorre todo el año por diferentes sectores de la provincia de Azuay y la segunda que permanece en la casa de la familia Pulla, como asegura su hija Rosa y que solo sale el 24 de diciembre.
Tras la muerte de su mantenedora Rosa Pulla (2007), el Grupo Hermano Miguel tomó a cargo la organización del evento religioso más importante que tiene Cuenca en la Navidad, antes era la familia cuencana la encargada de todos los eventos.
Ellos (Grupo Hermano Miguel) con una réplica del Niño visitan parroquias, mercados e instituciones, mientras la auténtica imagen, según Rosa Pulla (hija), la misma que fue entregada por el vicario Miguel Cordero a su madre para que le cuide, permanece en su hogar.
En uno de los cuartos de la casa de la familia y dentro de una urna de vidrio permanece la imagen del Niño Viajero. Ayer lucía un traje verde olivo, lleno de encajes, a cada lado rosas y a un costado de la urna una Biblia con un rosario.
La imagen que es venerada y esperada por miles de ecuatorianos en las calles el próximo 24 de diciembre. “Este niñito fue entregado por el doctor Miguel Cordero a doña Rosa Pulla”, dijo Inés Orquera, mientras señalaba que es muy milagroso, “pero también castigador”.
El Pase del Niño Viajero se origina debido a una escultura de 1823 mandada a realizar por Josefa Heredia. Al pasar cuatro generaciones esta escultura se queda en manos del Vicario de la Arquidiócesis de Cuenca Monseñor Miguel Cordero Crespo.
En 1933 se le otorga al vicario la organización del Pase del Niño, festividad que se remonta al año de 1961, fecha en la que Miguel Cordero, poseedor de la escultura del Niño, viaja a Roma para que la imagen sea bendecida por el Papa Juan XXIII y también llevó la escultura a Tierra Santa en donde el niño fue colocado por un tiempo corto en el Pesebre de Belén.
Al retornar de su viaje a Cuenca monseñor Cordero Crespo, en 1961, encarga a Rosa Palomeque de Pulla la realización del Pase del Niño Viajero. Según Rosa Pulla, hija, “somos los mantenedores de la fiesta, no somos los dueños, tampoco nos queremos adueñar de la tradición”, aclaró.
Pulla agregó que ellos trabajan y seguirán trabajando por no dejar morir esta tradición cuencana. “El Niño que está en mi casa es el propio, fue dado por el doctor Cordero a mi madre”, manifestó y agregó que jamás su mamá hizo una réplica, “aquí le tenemos al propio”, aclaró mientras preparaban pan.
El pregón incluye comparsas por las calles de la capital azuaya en honor al Niño Jesús,a quien lo consideran milagroso, pero también castigador. Foto: Fernando Machado / El Telégrafo
Pregón del Pase del Niño
Mientras tanto, en el monasterio del Carmen del Asunción se confecciona el vestido que el Niño Viajero lucirá el 24 de diciembre.
Sor Anita María del Niño de Praga es la encargada de confeccionar el vestido que llevará en la procesión. “Entre tres y cuatro horas se trabaja en la confección del vestido”, dijo. El traje mide unos 35 centímetros.
El viernes 13 de diciembre de 2019 en Cuenca se realizó el pregón del Pase del Niño con la participación de militares, centros educativos y fue organizado por el Grupo Hermano Miguel.
El Niño, que es una réplica, paseó por gran parte del centro histórico en medio de villancicos y fue llevado en un carro de las Fuerzas Armadas, mientras los ciudadanos llenaron las aceras de la calle Sucre, Hermano Miguel y Bolívar, en Cuenca. (I)