El caos y la insalubridad rodean la denominada “Feria de Ganado”, que jueves a jueves recibe a comerciantes y compradores provenientes de diferentes parroquias, cantones de la provincia e inclusos de otros países.

Desde la entrada del puente de Patamarca, el tráfico de los buses, camionetas y hasta mulas obstaculiza el paso peatonal, ocasionando molestias a la ciudadanía, lo que se suma al poco control policial.

A lo largo del camino se puede observar a múltiples vendedores de ropa, sogas y comida, adueñándose de las aceras. Los habitantes de lugar deben transitar por la vía.         

En medio del bullicio, los mercaderes llegan con sus animales y algunas mujeres sujetan hasta tres o cinco cerdos para evitar que se pierdan. Según los negociantes de ganado, hay personas que desde el día lunes llegan a esta plaza, de manera especial, de la Costa y de la frontera con el Perú. 

Manuel Chimbo, productor y negociante de ganado, indica que todos los jueves este sector se vuelve un caos . “La gente ya está acostumbrada a esta vida” señaló.

Además indicó que en este negocio hay una especie de “mercado negro” porque existen vendedores que llegan con sus animales y no se conoce su procedencia y la gente ingenuamente compra.

A pocas cuadras está ubicado el Hospital del Niño y la Mujer, donde el ingreso es otro problema por la aglomeración de vehículos.

Patricio Luzuriaga, director de la casa de salud, mencionó que en este lugar es imposible transitar, en especial los días jueves debido a la gran cantidad de comerciantes de ganado. “Este es el mayor problema que tenemos”, afirmó.    

A pesar del mal olor en el ambiente, el galeno cree que ello es tolerable, no así el lío vehicular. Expresa que en algún momento la plaza debe ser reubicada. “Tenemos que esperar con paciencia”, afirmó.

Mientras tanto los vecinos de este sector se muestran indignados por la pestilencia que afecta al sector. Los desperdicios regados   atraen a los roedores, perros e insectos, perjudicando, especialmente, la salud de los más pequeños.