Más de una docena de  comunidades pertenecientes a 12 cantones, en las 8 provincias declaradas en alerta naranja, viven momentos de emergencia a consecuencia de los incendios.

En poblaciones como Chilla, en El Oro, la lucha contra el fuego cumplió ya 12 días, mientras que en Pallatanga, en Chimborazo, ya son 15 días.

Los cantones orenses Zaruma y Atahualpa ayer estaban amenazados por las llamas y el Comité de Operaciones Emergentes (COE) de la provincia se aprestaba a declarar la emergencia en esas zonas.

En otras regiones, como Loja y Azuay, el combate a los flagelos ya lleva 10 días, sin lograr el control de las llamaradas. Un panorama similar se da en Ibarra donde los elementos de la “casaca roja” llevan 5 días enfrentándose al fuego.

A ello se agrega que en Chimborazo, Cotopaxi y en Pichincha, hay reservas ecológicas en riesgo de ser contaminadas por las llamas.

Ayer, en San Juan de Chillogallo, al sur de Quito, el combate al fuego se dio desde el aire, e incluso fue necesario evacuar a unas 80 personas por el peligro en que se encontraban.

En cada una de estas provincias, los Comités de Operaciones Emergentes (COE), en coordinación con la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, monitoreaban la labor de los bomberos.

Arden bosques nativos

Desde el 2 de septiembre las llamas han arrasado con más de 800 hectáreas en el cantón Pallatanga. El fuego empezó en la comunidad de Jabulí y se extiende a las comunidades de Bushcud y Las Rosas, afectando al bosque protegido El Corazón, hábitat de especies amenazadas, como el oso de anteojos, venado, tigrillo y otros.

No es el único siniestro, en Colta se registraron dos incendios más desde el domingo: uno en la comunidad  La Dolorosa y el otro en Pangor. Unas 2.000 hectáreas de bosques y pajonales quedaron reducidas a cenizas.

En la reunión del COE se acordó que la laguna de Colta sea el punto de captación de agua, para que a partir de hoy o mañana pueda operar el helicóptero de las Fuerzas Armadas que colaborará en la sofocación del incendio de este sector.

Mientras tanto, en el territorio lojano dos incendios estaban hasta ayer fuera de control. Uno en el sector El Cisne-San Pedro, que empezó hace 10 días; y otro en las inmediaciones de Loma Redonda, parroquia San Antonio de Las Aradas, que ya cumplió 6 días.

Doscientos efectivos, entre personal del Cuerpo de Bomberos, Gestión de Riesgos, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y moradores de los sectores intentan sofocarlos. Los socorristas tuvieron que caminar hasta cuatro horas para llegar al sitio donde se quemaron aproximadamente unas 300 hectáreas.

Ayer se desplazó un grupo de operaciones con guías para que indicaran un camino más cercano para arribar al lugar.
Según el mayor del Cuerpo de Bomberos, Luis Santos, el fuego es difícil de controlar, pues existen despeñaderos y lomas altas; incluso el domingo se identificó que el flagelo llegó a una vegetación muy espesa y continúa avanzando por la hojarasca que hay en el sitio.

El observador de incendios Petronio Guachisaca indicó que cuatro veces al día recorre la urbe para verificar si se registran incidentes.

En estas últimas semanas, por lo general, se han originado de tres a cinco diarios, pero  controlables. Chinguilanchi, Villonaco, Sauces Norte y Cajanuma son los sitios desde donde se pueden divisar las densas nubes de humo que salían desde las montañas.

Reservas en peligro

Los incendios cerca de los parques de la reserva ecológica Boliche, Nacional Cotopaxi, los Ilinizas, en la provincia de Cotopaxi, ponen en riesgo a especies de flora y fauna.

Según el director de Seguridad de Latacunga, Marcelo Zapata, los siniestros son controlados por unas horas, pero con el viento se reavivan. El trabajo del personal que labora en esos sectores es evitar  que las llamas lleguen a los parques ecológicos cercanos.

Hasta el momento las áreas protegidas no se han contaminado, pero sí terrenos privados. Actualmente 165 personas, entre bomberos y militares, sofocan las llamas en los sectores de Ticantilín. El problema se centra, dijo Zapata, en que los incendios se inician en lugares de difícil acceso.

Afirmó que el flagelo forestal en el sector de Pasocalle está controlado, pero en caso de avanzar hasta el  Parque Nacional Cotopaxi afectaría a especies de mamíferos como: conejos, cervicabras, lobos, osos, dantas, venados y aves, como quilicos, gaviotas andinas, quindes, curiquingues -incluido el emblemático cóndor, en peligro de extinción-, que habitan en el lugar.

La flora que allí se encuentra es de gran variedad, existen cuarenta especies de árboles por hectárea, 200  clases de plantas, que en su mayoría son  medicinales y otras relacionadas con especies cultivadas, tales como el sunfo y ashpa-chocho.

El Ministerio del Ambiente informó que, para precautelar la vida de los animales que habitan en el Centro de Rescate Animal, ubicado en el sector de Ilitio, fueron evacuados del lugar.

En menos de 6 días, los incendios en la capital imbabureña se han incrementado de 790 a 1.150, según informó el coronel Marco Antonio Hadathy, jefe del Cuerpo de Bomberos de Ibarra. Hasta el momento, en la “Provincia de los Lagos”, que también está en alerta naranja, las llamas han consumido más de 2.300 hectáreas de vegetación y bosques.

360 flagelos en Ibarra

La mañana de ayer, alrededor de 70 hombres de la “casaca roja” lograron controlar y sofocar el incendio registrado en la parroquia de Angochagua, ubicada al sureste de la ciudad blanca.

Este flagelo consumió más de 100 hectáreas de vegetación durante los tres días que permaneció activo. Hasta el cierre de esta edición, en Ibarra existían nueve focos más que no eran sofocados.

Mientras tanto, en Otavalo y Urcuquí  continuaba la batalla contra dos  incendios de gran magnitud en el sector de Pisangacho, cantón Urcuquí; y Selva Alegre, en Otavalo; según manifestó Hadathy.

La Fiscalía de Imbabura, a través de un comunicado, dio a conocer que cuatro personas fueron detenidas por causar incendios forestales en Yahuarcocha (Ibarra) y en los pajonales del volcán Cotacachi.

El Grupo Militar Fuerza Tarea 1 Norte, con helicópteros intentaban sofocar las llamas desde el aire. La naves arrojan agua  en las zonas donde los bomberos y sus motobombas no pueden llegar.

El general Fernando Proaño, comandante de ese cuartel, informó que las provincias de Imbabura y Carchi fueron declaradas por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos como prioridad 2. La 1, según manifestó el oficial, está en los sectores donde las llamas amenazan poblaciones y vidas humanas.

No cesan llamas en Chilla

Después de que se anunció que el fuego cercano a los poblados del cantón Chilla ya estaba totalmente controlado, ayer en horas de la tarde se volvieron a activar las llamas cerca de las antenas de los medios de comunicación. Las montañas en esta zona cumplen 12 días de estar ardiendo, y amenaza se proyecta hacia los cerros de los cantones de Atahualpa y Zaruma.

A los bomberos y el personal militar se les hace  complicado acceder hasta el punto del incendio debido a las condiciones riesgosas del bosque.

Y es que los bomberos de Machala y Pasaje, quienes fueron en ayuda para apagar un foco de fuego que se había prendido el sábado, regresaron a sus cantones el lunes por la mañana, mientras que,  por la tarde, personal del Municipio local junto con militares y el jefe político del cantón, Zoilo Matailo, constataron que gran cantidad de humo salía de la montaña, cerca de las antenas de los canales y emisoras.

Al parecer, el fuerte viento y el intenso sol de la tarde avivaron las llamas. “En un recorrido pudimos constatar que columnas de humo salían de un cerro, de inmediato acudimos al lugar y pudimos constatar que el fuego era intenso”, dijo el jefe político.

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) de El Oro, en días anteriores, daba por extinguido el fuego, pero ayer amenazaba con llegar hasta el poblado de Pueblo Viejo, según Matailo.

Añadió que el flagelo tomó grandes proporciones pasadas las 14:00. “Los bomberos que vinieron a apoyarnos se fueron a sus territorios. Ahora con poca gente voluntaria del cantón estamos para luchar contra las llamas, aunque ha sido poco lo que se ha podido hacer”, dijo.

Sin tregua en Azuay

Los incendios no dan tregua en la provincia del Azuay. En la parroquia Molleturo, tres focos de flagelos fueron identificados ayer en un sobrevuelo realizado por el Ejército acantonado en la zona. Los flagelos fueron calificados como “de grandes proporciones” por el comandante del Cuerpo de Bomberos de Cuenca, Oswaldo Ramírez.

El fuego afectó a zonas boscosas en el sector de El Valle, Checa, en la parroquia Asunción, este último situado en el cantón Santa Isabel. “No hemos descansado, pero hay sectores donde no podemos llegar”, indicó el comandante, tras indicar que el fuego se va extendiendo rápidamente por diferentes lugares de la provincia del Azuay.

Frente a esta situación la Secretaría Nacional de Gestión y Riesgos (SNGR) coordina el trabajo con las demás instituciones y colabora para enfrentar estos siniestros.

La entidad entregó  kits de herramientas de primera línea a los cuerpos de bomberos. Estas dotaciones comprenden 2 batefuegos, 7 mochilas hidratantes (Camel Bag), 2 rastrillos McLeod, 2 mochilas para incendios forestales, 1 rastrillo, 7 pares de guantes, 3 rastrillos punta de triángulo, 5 mascarillas, 2 hachas polaski, 3 palas, 7 monogafas, 4 limas, 7 cascos, 1 brújula, 7 overoles, 1 silbato, 7 machetes y 7 linternas.

Los cuerpos bomberiles de Girón, Gualaceo, Paute, Sigsig, Oña, Nabón, Chordeleg y Ponce Enríquez son los beneficiados con estos equipos. Adicionalmente les han entregado raciones alimenticias para los cuerpos de rescate que trabajan en el lugar de los hechos. Las raciones son de galletas, atún, maní, bebidas energizantes, agua y barras de cereales.