Agosto es el mes de mayores preocupaciones para las autoridades de socorro. Los incendios forestales movilizan al Cuerpo de Bomberos, Militares, Policías y miembros de Gestión de Riesgos. En 2012, por ejemplo, se quemaron 2.419 hectáreas de bosque, lo que obligó a mejorar la preparación del personal que colabora en Gestión de Riesgos y a trabajar en la concienciación de la ciudadanía sobre el daño que se causa al medio ambiente con los incendios.

Galo Sánchez, director zonal de Gestión y Riesgos, indicó que existen sectores muy frágiles como Molleturo, Nulti, Paccha o la zona del Yanuncay, donde hay pajonales vulnerables al fuego.

¿Cómo se está trabajando para evitar los incendios forestales?

Tenemos un plan de contingencia que se ha elaborado en toda la zonal (en Azuay, Cañar y Morona Santiago), en el cual las instituciones, al mando de cada una de las gobernaciones, han generado las necesidades y sobre todo, han establecido acuerdos para trabajar en la prevención, es por eso que cada uno ha llamado a la conciencia de los ciudadanos para realizar campañas sobre la quema controlada en el caso de los residuos agrícolas y, por otro lado, el no provocar incendios en zonas donde existen muchos árboles y de esta forma minimizar la quema a nivel de toda la zona.

¿La capacitación es fundamental?

Llevamos procesos de capacitación conjuntos. El Cuerpo de Bomberos hizo, el año anterior, varios cursos de preparación provinciales para capacitar a los voluntarios. Luego se llevó un proceso de capacitación con las FF. AA. con grupos de élite preparados para este tema; o sea, gente que está preparada, no solo para combatir el incendio, sino para preparar a otro personal que haya sido seleccionado en la institución.

En la zona que le corresponde, ¿cuántas personas se han capacitado?

El año anterior se prepararon 150 personas y en este ya van 30. El tema es que en FF. AA. el personal va rotando, es decir, no tenemos ‘fijos’ a esos ciudadanos.

¿Cuántas hectáreas se quemaron el año anterior?

En 2013 tuvimos 2.291 hectáreas (ha) solo en la provincia de Azuay que fueron consumidas por el fuego; mientras que, en 2012, fueron 2.419 ha, lo que significa que hace 2 años fue cuando más incendios tuvimos lo que sobrepasó la capacidad de respuesta de todas las entidades de socorro e incluso tuvimos que pedir apoyo a las Fuerzas Armadas.

Y en este año, ¿cómo están las estadísticas?

En lo que va del año tenemos 279 hectáreas de bosque que se ha quemado. De estas, 100 se incendiaron en el cantón Oña, que es el más seco que tenemos en Azuay; luego en Sigsig, 95 hectáreas; el cantón Cuenca le sigue con 30 hectáreas que han sido quemadas y luego, otros sectores de la provincia.

¿Cuántos de estos incendios fueron provocados?

Prácticamente todos, porque en nuestra región no hay incendios naturales. Unos se dan a causa de lanzamiento de colillas de cigarrillos o el efecto de las fogatas, por lo tanto, al menos en nuestra zona no hay incendios de origen natural, no es como en otros países donde las temperaturas dan para que se quemen los pastos o la capa vegetal.

¿En la provincia de Azuay hay sectores muy vulnerables?

Sí. Existen zonas identificadas en el cantón Cuenca donde hay varios sitios y zonas como Molleturo, Paccha, Nulti, la zona del Yanuncay, donde hemos tenido muchos incendios forestales el año anterior y que corresponden a zonas de alta cobertura vegetal y que están alejadas de las áreas urbanas. Se ha trabajado con el Ministerio del Ambiente en el Parque Nacional El Cajas, donde se debe proteger la vegetación, también se ha trabajado con los jefes y tenientes políticos con el propósito de evitar los incendios.

¿La nueva ley les ayudará?

De hecho sí, ya que tenemos 2 artículos que son fundamentales, el 246 y el 257. El primero señala que la persona que provoque directa o indirectamente incendios, o instigue a tales actos en bosques o páramos, será sancionado con pena privativa de libertad de 1 a 3 años, lo que antes no teníamos, nos ayudará también a garantizar que las personas que podamos identificar o las que hayan sido denunciadas por la población civil tendrán su sanción respectiva.

Pero aparte de la Ley, la ciudadanía debe tomar conciencia, entonces, ¿cómo llegar a los lugares más apartados?

Por eso es que hemos estado trabajando en 2 grupos. En las zonas rurales que son las Juntas de Agua y Juntas de Riego y con los niños, que es un sector muy importante para en el futuro tener asegurada la protección de los bosques o páramos. También trabajamos en las épocas de clases con los estudiantes de escuelas y de colegios. Estos son procesos que llevamos anualmente y durante todo el período lectivo en el tema de incendios.

¿Hay sancionados en Azuay por las quemas?

No, no habido ninguno, pero era porque no había un marco legal que nos ayude para justamente sancionar a los malos ciudadanos. Ahora sí tenemos y esperamos que las personas nos ayuden con las denuncias respectivas y así terminar con estas quemas.