Publicidad

Ecuador, 16 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Chilla espera lluvias o avión cisterna

Chilla espera lluvias o avión cisterna
23 de septiembre de 2012 - 00:00

Las lluvias que cayeron en algunas partes de la provincia del Azuay dieron un respiro a los bomberos de Cuenca.
En Cañar, donde al momento no se reportan flagelos, también cayeron esporádicos chubascos.

Donde continúa complicada la situación es en Chilla, provincia de El Oro, donde el fuego se mantiene.
Autoridades y comuneros claman por la llegada del avión cisterna brasileño -que era esperado ayer-, o que empiecen a darse los aguaceros.

Y es que la preocupación  persiste entre los habitantes de las zonas donde el fuego no cesa, pese a que los últimos reportes señalan que está controlado el incendio forestal en Chilla y Guanazán.

La existencia de los focos de fuego hace que la alerta entre la población se mantenga.

El difícil acceso a las zonas de las llamas, tanto en Chilla, Atahualpa y Zaruma, obligó al Comité de Operaciones Emergentes (COE) a solicitar un helicóptero para poder combatirlas desde el aire.

Esta solicitud fue aceptada por el Subsecretario de Respuesta de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo (SNGR) y se aspiraba a que la aeronave procedente de Brasil llegara ayer para emprender las operaciones.

Sin embargo, hasta las 15:00  de ayer no aterrizaba y las autoridades no se atrevían a dar una hora específica de su arribo a la provincia.

Rosa Cabrera, directora provincial de la SNGR de El Oro, manifestó que la nave está en el país, pero trabajando en Carchi, Imbabura y Pichincha.

Mientras que en Zaruma, en la parroquia Guanazán,  sector Guagrapamba (Corredores), se quemaron los bosques de pinos y los  primarios. También en el sector de Clavelillos se incineraron pajonales y árboles.

Dunquer Carrión, jefe político de Zaruma, dijo que se detectó otro fuego en  el sector Tiopamba, de propiedad de los herederos Chuchuca.

Según el funcionario, el peligro radica en que las llamas lleguen a Pamaguro donde se encuentran las vertientes de agua.

Para controlar el incendio en este sector  intervinieron 32 bomberos de la provincia de Santa Elena y 37 militares de Infantería y Caballería.

En tanto, en la capital azuaya, ayer se registraron pocos incendios.

Lo de mayor notoriedad fue la reactivación del fuego en el sector de Ucubamba, a la altura de la parroquia Nulti.

En el sector hasta la tarde trabajaban 20 bomberos sofocando el incendio, que un día antes incluso dio paso al cierre de la autopista Cuenca-Azogues.

Los demás flagelos bajaron de nivel. El que se daba en el cantón Girón fue sofocado, de acuerdo a las declaraciones del jefe encargado del Cuerpo de Bomberos  en Cuenca, Fernando Figueroa.

En este lugar aún permanecen 11 voluntarios que llegaron desde El Napo para ayudar en la emergencia.
En el cantón San Fernando y en Chaucha la situación ha sido controlada y al momento no se registran incendios forestales de grandes proporciones.

Ayer no cayó lluvia, como sucedió el viernes en la tarde, sin embargo el cielo permaneció nublado.
El último reporte de la Secretaría de Riesgos da cuenta que son  más de 17.600 hectáreas de bosques, páramo y cultivos quemadas, que han fallecido cinco personas y hay 73 heridos.

En cuanto a cultivos, la entidad informa que  142 hectáreas quedaron arrasadas, mientras que otras 31  fueron afectadas, pero no destruidas completamente.

Las cinco muertes, incluida la de un bombero, ocurrieron en las provincias de Azuay, Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua, mientras que la gran mayoría de los 73 heridos se registró en Chimborazo y Pichincha.

El ministro coordinador de Seguridad, Homero Arellano,  calificó como héroe anónimo a Carlos Jaramillo, elemento de la “casaca roja”, quien se trasladó desde su provincia de Los Ríos para trabajar en la región de Colta, en Chimborazo, donde pereció en plena faena.

En total se han registrado 3.069 incendios forestales desde el 1 de junio, cuando comenzó un período de sequía.

Contenido externo patrocinado