29 internos elaboran artesanías en prisión de la capital azuaya
Dos talleres, uno de carpintería y otro artesanal, sirven para que los ciudadanos privados de la libertad se preparen para lo que será su reinserción a la sociedad.
Su paso por este centro incluye el desarrollo de actividades que los formen en distintos oficios.
Con el tiempo, muchos descubren talentos que no creían poseer.
Talleres equipados, madera de diversas clases, lijas, aserrín y diseños novedosos son útiles para que ellos elaboren diariamente piezas que regalan a sus hijos o familiares.
Adicionalmente, fabrican algunas muestras para la venta durante los días de visita.
Un cofre para joyas con cajones y trabajo de pintura llega a costar entre $ 20 y $ 35.
Otro de los objetos que diseñan son los marcos o bordes para espejos y cuadros, los cuales de a poco se perfeccionan. Son 29 las personas adultas en conflicto con la ley quienes se capacitan en estos espacios.
Los hacen todos los días en 2 jornadas. Por la mañana, de 09:00 a 12:00 y en la tarde de 13:00 a 16:30.
Este proyecto es impulsado por el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.
“Aquí puedo ocupar el tiempo y me olvido de que estoy encerrado. Mi mamá viene los jueves y se lleva algunas de mis obras y me ayuda a vender”, manifestó Carlos P. interno del establecimiento. Los detenidos están contentos con lo que aprenden.