Alba Nenjer, madre soltera de 3 hijos, lucha todos los días para sacar adelante a su familia. Hace 8 años perdió la vista en un accidente de tránsito mientras se dirigía a su trabajo. Un vehículo la arrolló y sufrió graves heridas que la marcaron para toda la vida.

A partir del accidente, Alba desarrolló otras habilidades que desconocía tener.

Esta mujer es una guerrera incansable que a pesar de ser una persona no vidente jamás se limitó. Se levanta temprano para preparar el desayuno de sus hijos antes de que se dirijan al colegio. Después arregla su casa, cocina y cuando ellos llegan, les sirve la comida. Más tarde, se dirige a su trabajo, donde se encarga de realizar arreglos florales. Primero limpia las rosas y luego recorre las diferentes calles de la ciudad de Mira, en la provincia del Carchi, donde vende arreglos de puerta a puerta.

Las personas ya la conocen y se han convertido en fieles clientes de sus trabajos. Una compañera de labores la acompaña en sus ventas.

Alba también asiste los fines de semana a la misa, en compañía de su padre, quien incluso la guía hasta la eucaristía. “Todo esto ha sido muy difícil para nosotros, pero con la ayuda de Nuestro Señor, hemos podido sobrellevar todos los problemas”, dice su padre.

En su tiempo libre Alba se dedica a producir tejidos. Ha elaborado gorras, sacos y bufandas. Sus productos se comercializan en el mercado local.

Alba Nenjer ha demostrado que para salir adelante es necesaria una actitud positiva. Aunque sus ojos no ven, a través de sus manos ha podido entrar en contacto con el entorno e interactuar con él.

Alba es una persona competente que cada día trabaja para sustentar a sus hijos. Ellos también admiran su capacidad para luchar y realizar arreglos florales que son adquiridos, a diario, por muchas familias.

Varios de sus clientes también admiran su labor y reconocen que es una mujer emprendedora. (I)