Ambato

Mira rápidamente la hora en su celular y casi son las 07:00. Es viernes y el tránsito vehicular está atascado en las avenidas Rodrigo Pachano y Julio Paredes, cerca de El Socavón, en el norte de Ambato. Sus hijos escolares van en el asiento de atrás de su Aveo 2013. Inés Rodríguez está atrasada y comienza a utilizar el pito más de la cuenta. Encuentra una señal vertical de tránsito que le indica que puede movilizarse a 50 km/ h, pero ella se desplaza a 70.

Un agente civil de tránsito la detiene en la intersección del ferrocarril cuando, por la prisa, por poco atropella a un hombre que cruzaba con un costal sobre su espalda. “Señora, ¿se da cuenta de lo que acaba de hacer? Necesito sus documentos”, le exige el uniformado y Rodríguez intenta justificarse.

Finalmente, el agente sentencia: “Solo por hoy usted no irá detenida 3 días ni se le rebajarán 4.5 puntos a su licencia y tampoco pagará $ 340 de multa por exceso de velocidad, pero si el próximo lunes (23 de junio) vuelve a hacerlo, las cosas serán diferentes”. Rodríguez se marcha aliviada y avergonzada al mismo tiempo.

Con unas palabras cariñosas tranquiliza a sus hijos y se resigna a llegar tarde a la escuela. Esta escena se ha vuelto cotidiana en Ambato, donde vive  el 70% (329.856) del total poblacional de Tungurahua (504.583).

Esta provincia cuenta con el parque automotor de mayor crecimiento en la región central: unos 96 mil se matricularon en 2013, es decir 8 mil más que en 2012, según los registros de la  Agencia de Orden y Control Ciudadano de la Municipalidad.

Se estima que cada año, 5 mil carros (nuevos y usados) engrosan las ya caóticas calles de las urbes tungurahuenses, especialmente las ambateñas. A Edward Gaibor, director de esta oficina, le preocupa un dato adicional: el exceso de velocidad es la segunda causa de accidentes de tránsito en el país.

Por esa razón, a partir del lunes  pondrán en marcha controles continuos de la velocidad con el apoyo de 10 patrulleros equipados, medidores automáticos que se colocan en las calzadas y cámaras de video que grabarán y fotografiarán la infracción y las placas. “Por favor, señores conductores evítense problemas.

Respetemos las leyes y las señales de tránsito. Cerca de escuelas y hospitales no pueden circular a más de 30 km/ h y a menos de 50 km/ h en el resto de la ciudad”, recordó Gaibor. Los controles serán sorpresivos y en diversos sitios. Los infractores serán privados de su libertad por 72 horas en el Centro de Detención Provisional.

Carreras en 4 calles

La  Agencia de Orden y Control Ciudadano de la Municipalidad tiene a su cargo 4 departamentos: agentes de tránsito, Policía Municipal, Control Ciudadano (canteras, medioambiente y construcciones) y el Sistema de Estacionamiento Rotativo Tarifado (Simert).

Este último hace posible que mil vehículos por hora se estacionen en 103 zonas establecidas. Esta oficina ha detectado que las avenidas Manuelita Sáenz, Rodrigo Pachano, Bolivariana, Panamericana Norte y Cevallos se han convertido en pistas de carreras para determinados conductores. “Por esa razón, terminamos los operativos preventivos y empezaremos los represivos enmarcados en la ley y que se sancionan con 72 horas de reclusión y $ 340 de multa. De ese modo, educaremos a la gente con estos operativos contundentes, cuyo único propósito es salvar vidas”, aseguró.

Vigilancia insuficiente

Cien agentes son insuficientes para una ciudad en la que circulan 40 mil vehículos diarios y tiene, entre otros, problemas con conductores mal estacionados, sin cinturón, en estado etílico, etc.  “A pesar de su número, desde el 16 de junio hemos provocado más presencia de agentes en las calles en 3 turnos. Aspiramos a que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) autorice un nuevo curso de formación con el que añadiremos 120 agentes en 2015”, dijo Gaibor.