En esta zona viven 46.282 personas que se dedican al agro, turismo comunitario y al comercio de la producción local en los mercados cercanos de la provincia de Tungurahua
Protección de páramos integra a 4 cantones
La necesidad de proteger y recuperar de manera técnica los páramos, gestionar equitativamente el agua, reactivar el sector agropecuario en forma sustentable y descontaminar el ambiente a través del manejo integral de residuos sólidos unió hace 12 años a los cantones tungurahuenses Cevallos, Mocha, Quero y Tisaleo.
En los 4 sectores, los páramos son las fuentes naturales de agua que benefician tanto a las necesidades básicas de la población como al desarrollo del sector agropecuario, gastronómico y turístico. A estas actividades se dedican 46.282 personas que viven en las zonas altas.
En 2002 se formó la Mancomunidad de Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) Municipales del Frente Sur Occidental de Tungurahua y con esta empezó un nuevo modelo de trabajo asociado que beneficia por igual a las áreas productivas de los 4 cantones.
Los logros alcanzados desde esta fecha han dinamizado significativamente estas áreas productivas y respaldan los proyectos que impulsan el cambio de Matriz Productiva.
Proceso de consolidación
Jorge Jácome, director técnico de la Mancomunidad, manifiesta que a partir de 2012 este organismo es, a escala nacional, el primero en ser reconocido legalmente y se transformó en una entidad pública. “Hay varios momentos importantes desde la creación de la mancomunidad. En 2005, por ejemplo, se instituyó al organismo como una asociación de carácter privado de acuerdo con la Constitución de 1998.
Diez años después, la Constitución de Montecristi permitió legalizarla, y en octubre de 2010, se impulsó de manera integral, a través del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad), la formación y desempeño de esta y todas las mancomunidades en el Ecuador”, dijo Jácome.
Finalmente, según Jácome, en febrero de 2012 y con todos los derechos que amparan a la asociación como tal, empezó una reactivación en sus procesos de gestión y trabajo que, a más de impulsar los 4 ejes antes mencionados, promueve uno más: la creación de la Junta Mancomunada de Protección de la Niñez y Adolescencia, que se encarga de restituir los derechos de los menores cuando son vulnerados o ignorados.
Esta junta rota continuamente en las 4 ciudades, con el fin de velar por el cumplimiento de los derechos de menores en peligro de vulneración.
Conservación de los páramos
Los esfuerzos para la conservación de páramos, como fuente natural de agua y hábitat de flora y fauna muy importante, se centran en 4 frentes.
Los páramos de Sachaguayco, con una extensión de 2.648 hectáreas, ubicados al sur de la loma Chillabullo y cerca del nevado Carihuairazo, forman parte del programa de protección. El bosque nativo de esta área natural está localizado entre los 3.500 y 4.600 metros sobre el nivel del mar.
Allí, los esfuerzos para la protección de páramos se centran en dar alternativas de producción, tales como el fortalecimiento del sector lechero, a quienes colindan con dicho páramo para evitar la invasión de la frontera agrícola con sembríos.
En Mocha, los páramos de las Abras de Salasaca son otro ejemplo de conservación de fuentes de agua. En ese lugar, la mayoría de las 45 familias se dedica a la producción lechera. Allí, los esfuerzos se concentran en mejorar genéticamente el ganado para fortalecer esta actividad y evitar a toda costa la invasión de la frontera agrícola.
De igual forma, en las 3.554 hectáreas de páramo del cerro Igualata se pretende evitar que los cultivos de papa, melloco, cebolla colorada, oca y cebolla blanca, superen los 4.050 metros sobre el nivel del mar y reforestar el área de terreno junto a las vertientes y ojos de agua.
Recursos y financiación
Los recursos con los que la Mancomunidad ejecuta estos y otros proyectos, provienen de los cabildos que toman parte y trabajan en la organización. “Por principios mancomunados, Mocha, Quero, Tisaleo y Cevallos aportan anualmente con una cifra de dinero para el sostenimiento de la asociación.
Además del apoyo económico, los municipios financian el trabajo y recursos que requiere la Junta de Protección de Niñez y Adolescencia para garantizar los derechos de este grupo prioritario”, manifestó Jorge Jácome.
Para el presente año, la dirección de este organismo trabaja en la aplicación de 3 proyectos. El primero es el Plan PPP, valorado en $ 300 mil; un compendio fotográfico y literario, $ 10 mil y la adecuación de un laboratorio en Sachahuayco (Mocha) a un costo de $ 25 mil.
La toma de decisiones
La estructura del organismo está encabezada por los 4 alcaldes de los cantones y los concejales con representación en la asociación, quienes toman las decisiones.
Uno de los 4 burgomaestres es nombrado cada año como Coordinador de la Comunidad. En el cantón que lidera este alcalde además se instala la Sede de la Mancomunidad, que este año se encuentra en Mocha.
Fotos: Roberto Chávez/El Telégrafo