Alausí es el cantón con más suelo negro de la provincia de chimborazo: 89.604 hectáreas
Existen 299.827 hectáreas de páramos
Chimborazo es una de las provincias con mayor superficie de páramos en el país: 299.827 hectáreas.
Los suelos negros andinos, ricos en carbono, permiten el desarrollo de especies de flora y fauna que no crecen en otras zonas.
El cantón con más terreno de este tipo es Alausí (89.604 ha). La tierra está compuesta de partículas de arcilla de origen volcánico que tienen láminas superpuestas como hojas de un libro, según un estudio elaborado por el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE).
La estructura de estos, añade la información, permite la infiltración y almacenamiento de agua y con eso se propicia la formación de los manantiales y ojos de agua que alimentan las quebradas y los ríos.
“Solo en un metro cuadrado de terreno se pueden encontrar 20 especies de flora. Y una de las que más se desarrolla es la denominada calamagrostis intermedia que tiene la capacidad de sobrevivir y mantenerse en bajas temperaturas”, indica el informe técnico.
También existen especies de almohadillas que generan un microclima menos frío que permite a las plantas crecer con normalidad.
El sistema ecológico más dominante son los pajonales. Son formaciones vegetales caracterizadas por plantas en forma de aguja. Son tan numerosas que se cuentan por miles. Por eso son utilizadas para pastoreo extensivo tanto de ganado vacuno como ovino.
Su función es interceptar el agua de lluvia y proteger el suelo con una cobertura al 100%, impidiendo la evaporación y la sequedad. Los páramos de Chimborazo albergan 361 especies de animales que corresponden al 24% del total registrado en el país.
Marcelo Pino, técnico del MAE, confirmó que los suelos son totalmente ricos en biodiversidad, pero hay amenazas: los incendios forestales. Solo en 2013, el fuego consumió 1.700 hectáreas. “El hombre es uno de los principales depredadores de los páramos y de sus especies. Se continúa quemando la paja seca o marchita con el propósito de que rebrote la tierna para alimentar al ganado. Esta práctica agrícola errónea ha dañado gran parte del ecosistema”, aseguró Pino.
Las llamas causan la pérdida a largo plazo de la cobertura vegetal, de nutrientes y minerales lo que empobrece el suelo y con el tiempo extinguirá las fuentes de agua.
Debido a ello, el MAE mantiene proyectos como Socio Bosque, con el que se permite que las comunas de los alrededores o cerca de los pajonales presenten proyectos de cuidado de esos lugares. A toda costa se trata de evitar la tala indiscriminada de árboles.
A cambio de ello, esta cartera de Estado entrega un incentivo económico de $ 30 por hectárea cuando es presentado de forma individual y $ 60 en asociaciones. “Las personas se comprometen a cuidar de estos sitios. Los vigilan y recorren para verificar que nadie destruya los pajonales o intente causar un incendio. De esa manera trabajamos en conjunto, protegiendo los páramos de la provincia”, indicó Magaly Oviedo, directora provincial del MAE.
En Chimborazo existen 78 convenios que registran 13.037,97 hectáreas conservadas y restauradas con una inversión por año de $ 289.463,09.
La provincia cuenta con la Reserva de Producción Chimborazo y el Parque Nacional Sangay, en cada uno de ellos se mantienen convenios de preservación y restauración natural ya que son zonas protegidas directamente por el MAE.
Hace una semana, scouts y técnicos del MAE sembraron unos mil árboles para la protección de la cuenca del río Chambo.
DATOS
La semana anterior se entregaron en las comunidades ubicadas en la zona de influencia del Parque Nacional Sangay, cheques simbólicos a los beneficiarios del programa Socio Bosque.
Rafael Ushca, representante de la asociación Asarati, señaló que estas acciones impulsan la conservación de los recursos naturales del país.
También el MAE hace campañas de reforestación con instituciones educativas y gubernamentales.