En una docena de locales del cantón tungurahuense se ofertan distintas especialidades
La economía de Mocha gira en torno a la venta de platos preparados con cuy
Quienes viajan por la carretera Ambato-Riobamba pueden observar los negocios de venta de cuyes y otras comidas, que están situados en el lado izquierdo de la vía asfaltada de doble carril.
Los letreros que ofertan papas con cuero, cuyes asados, chicharrones con mote, choclos con queso y otras viandas se destacan por su colorido y porque utilizan grandes imágenes que despiertan el apetito y el deseo de probar esos bocados.
Por eso, no es raro que los viajeros decidan hacer una parada en ese lugar, la cual puede prolongarse por más de una hora. “No es difícil ceder a la tentación de comerse un humeante caldo de gallina para neutralizar el frío, mientras se ‘pica’ un choclo con queso o unas papas con cuero”, comenta Marco Cruz, un soldador mecánico que viaja frecuentemente por las ciudades de la región.
Después del puente, se adecuó una zona comercial y gastronómica que trata de exhibir la esencia culinaria del cantón Mocha, en el que viven cerca de 7 mil personas, según el censo de 2010. La mayoría se dedica a la agricultura, el comercio, los negocios diversos (restaurantes, tiendas, farmacias, ferreterías, etc.) y la administración pública.
El pueblo está situado a unos 20 minutos de Ambato y la zona más importante se emplaza en el ecosistema del páramo.
Una de las cosas que más llaman la atención a los visitantes es el paisaje andino, en cuyos horizontes se destacan extensos pajonales, chaparros, yaguales y lecheros.
También impresiona la cadena montañosa cercana, en la que se destacan elevaciones como el Puñalica, el volcán Carihuairazo y el nevado Chimborazo.
Este mes, muchas personas arriban a suelo mochano para celebrar la fiesta anual más importante de la zona: los 480 años de fundación española y otro aniversario del patrono del cantón san Juan Bautista
La gastronomía se destaca
María Diocelina tiene 78 años y es una de las primeras mujeres que empezó el negocio de los cuyes asados en la Panamericana. “Ayudaba a mi madre a vender en la carretera, cerca de la estación del tren cuando el ferrocarril estaba activo hace más de 60 años. Era difícil, cansado y soportábamos el intenso frío del páramo envueltas en chalinas mientras esperábamos a los comensales”, explica esta generosa mujer de conversación pausada, acentuada sonrisa y estatura que apenas supera el 1,40 metros.
En la actualidad, el restaurante donde atiende lleva su nombre y es uno de los más vistosos y elegantes del cantón.
Al igual que antes, está cerca de la carretera, pero la mampostería de madera, los amplios ventanales y toda la estructura moderna resguardan muy bien a los turistas del gélido viento de las montañas.
Los platos y sus precios se muestran claramente en letras luminosos: un cuy entero cuesta $ 19,95
El plato de mote con chicharrón $ 2,50; locro de cuy $ 5,85; choclo con queso $ 1,70; habas con queso $ 2,20; caldo de gallina $ 4,30; y jarra de chicha $ 3.
El mercado La Estación
En ese mismo sitio está el mercado La Estación que fue construido por la Municipalidad. Cuenta con vías de primer orden tanto para el centro de Mocha como para Pinguilí. Lucila Benavides, de 76 años, ha vendido allí desde los 10.
“La Panamericana ha sido nuestra columna vertebral. Vendo papas con cuero, cuyes, habas y cafés. El medio cuy con papas cuesta $ 7; las habas con queso $ 1,50. Aquí los atendemos con mucho cariño”, aseguró.