Ofertas atrapan a los quiteños en el Centro Histórico
La palabra oferta llama la atención de Miguel Cárdenas (47 años) en Almacenes Alicia, local 45 del Centro Comercial del Ahorro Hermano Miguel, en el Centro Histórico de Quito. Sin dudarlo solicita a Carla Sánchez, vendedora del local, que le informe sobre las ofertas del almacén. Dos pijamas por $ 7 le inquietan. "Puedo llevar una para mi mamá y otra para mi abuela", dijo.
Cárdenas señaló que busca regalos en este centro comercial "porque los precios son convenientes, uno encuentra aquí a precios bajos lo que en centros comerciales locales costaría el doble o triple", señaló.
El hombre, quien vive en la Villaflora, confesó que gran parte de los obsequios para su familia fueron adquiridos en ofertas. "¿Por qué pagar más si aquí encontramos barato y bueno", sostuvo al comentar que salió con un presupuesto de $300 para adquirir los obsequios para su familia.
Sánchez, quien lleva comercializando productos desde hace un año, comentó que a la mayoría de clientes que acuden a su negocio "no le importa si es de buena calidad o no, lo que quieren es que sea barato".
El criterio compartió Daniel Taco, quien vende pantalones desde $10 hasta $ 35. "Los más vendidos son los de $10", sostuvo.
Juan Tene, otro vendedor, enfatizó que las ventas en el Centro Comercial del Ahorro han disminuido en un 20% en comparación al año pasado. Atribuye la disminución a la gran cantidad de vendedores informales que se colocaron este año en las veredas del Centro Histórico. "Si nosotros vendemos a 10, ellos dan el producto a $8, la gente va a lo que cuesta menos".
María Caiza presupuestó $100 para las compras navideñas de los 8 integrantes de su familia. Cerca del mediodía logró comprar todos sus obsequios por $80, pues detalló que encontró 2 productos que se comercializaban por $ 10. "Estoy segura que en un centro comercial no hubiera conseguido comprar todo con mi presupuesto", dijo.
Anariel Mayores, otra vendedora del centro comercial, sostuvo que las ventas bajaron. "La gente busca lo más barato, así no sea de buena calidad", afirmó. Al igual que Cristina Toapanta, quien contó que el año pasado, las ventas fueron de $12.000, ahora no llega ni a $2.000 en zapatos, pues afirmó que la gente prefiere calzado de lona en $5, antes que de cuero desde $25.
Por ello, Toapanta detalló que como estrategia de venta decidieron colocar ofertas. "Eso le gusta a la gente, enseguida se acercan a mirar, es un gancho para atraer a los clientes".
Y es verdad, pues Cárdenas señaló que el hecho de comprar en las ofertas le hace sentir que "sale ganando por un buen producto y a un costo asequible". Pasado el mediodía, el hombre gastó $200.