Pocos lo recuerdan, pero antiguamente en Machachi se jugaba el ‘cascaronazo’, una forma amable de festejar el carnaval.

Unos dicen que esta tradición se perdió hace 30 años; otros, que fue hace más de 50. Lo cierto es que los pobladores celebraban estas fiestas elaborando cascarones de cera rellenos con agua perfumada.

Una persona se acercaba a la otra y le decía “con su permiso” y explotaba el cascarón con sus manos para derramar el agua sobre el otro jugador. Algunos moradores señalan que incluso era una forma galante de conquistar a las mujeres.

A criterio de Juan Carlos Madera, director de Participación Ciudadana y Cultura del Municipio del cantón Mejía, esta tradición se eliminó debido a la apareción de las bombas con agua y la espuma, entre otros productos, que cambiaron la forma de la celebración.

Aunque años atrás se intentó retomar este tradicional juego, no se lo consiguió y, más bien, a opinión de muchos ciudadanos, se tergiversó su objetivo.

Esto porque el día en que se realiza el desfile, las personas empezaron a jugar con huevos de gallina, incluso los lanzaban a los danzantes de las comparsas o a quienes desfilaban en los carros alegóricos.

La situación fue empeorando. La gente empezó a jugar con aceite y con huevos de plástico rellenos de anilina, harina, tinta, etc. Y por ello el ‘cascaronazo’ tuvo que quedar en el pasado.

‘El Carnaval de Machachi’, como se lo conoce ahora, dio un giro. Actualmente está prohibido jugar con agua y se difunde una campaña de concienciación para vivir el carnaval sin violencia.

Al igual que en otras ciudades del país, los pobladores del cantón han puesto énfasis, desde algunos años atrás, en crear un evento que los represente y con el cual se los identifique a escala nacional. De ahí que actualmente se promuevan unas festividades culturales que muestren la tradición del cantón.   

Festivales artísticos gratuitos, comparsas, ferias gastronómicas y toros de pueblo son algunas de las opciones que Machachi ofrece para celebrar el carnaval. Por tal razón, cerca de 35 mil turistas visitan la ciudad en estas fechas.

Para este año se tienen previstas varias actividades. Por ejemplo, el domingo 5 de febrero se realizó la feria del Amor y la Amistad en la que se comercializaron diversos productos y contó con la presentación de artistas populares, grupos culturales, etc.  

Al ser un cantón agrícola y ganadero, una de las actividades en las que se pone especial interés es el Quesotón Mejía. Esta feria abrirá sus puertas desde hoy hasta el lunes, en el Recinto Ferial Centro Agrícola Machachi.

Según Hugo Proaño, promotor cultural del Municipio del cantón, esta muestra es de carácter nacional, pues productores de todo el país se reúnen y exponen la diversidad de quesos que se hacen en el Ecuador. Durante la misma habrá comida típica y toros de pueblo.  

Sin embargo, la actividad estrella es el desfile que se llevará a cabo este sábado desde las 09:00 y que durará alrededor de 4 horas. Contará con cerca de 50 delegaciones parroquiales, estudiantiles, barriales, grupos de danza y bandas, entre otros.

Tras la marcha, a partir de las 14:00, se realizará un festival artístico y cultural al aire libre.  

En estas actividades, las 8 parroquias del cantón estarán presentes mostrando, principalmente, su identidad cultural.

Por ejemplo, según Madera, cada parroquia recibirá un carro alegórico decorado para que participe en el desfile, muestren en él sus tradiciones e inviten a los turistas a que los visiten. “En los últimos 30 años se ha organizado el carnaval con diferentes temáticas, sin que la gente logre identificar al cantón”, dijo Madera.

De ahí que nació la idea de posicionar El Carnaval de Machachi como uno solo, uno cultural.

Los organizadores pretenden mostrar una serie de tradiciones y costumbres, como el San Juan, incluso exhibir lo que fue el ‘cascaronazo’, para que así todo el país los identifique. “Queremos traer las tradiciones, visibilizar cómo eran antes, aunque haya cosas que sucedían años atrás que ya no pueden suceder ahora”, comenta Madera.

Los moradores aseguran que lastimosamente en los últimos años el juego del carnaval se ha convertido en un acto violento, pues mucha gente juega con aceite de carro, o con todo lo que encuentra a su paso, y lo lanzan a los transeúntes, sin importar su edad o género.

Luis Paniso, morador, asegura que sí hay control de las autoridades, pero “los meten presos y enseguida los dejan libres y los juegos continúan”.

Ramiro Gómez, morador, recuerda que el ‘cascaronazo’ era un juego saludable, tranquilo, pero —a su criterio— son los turistas los que tergiversaron esta tradición.

Ambos ciudadanos dicen que el carnaval debe ser un juego de paz, una celebración en la que todos puedan divertirse sanamente, como ocurría muchos años atrás entre los vecinos y amigos. (I)