Se calcula que hay unos 70 kilómetros de carreteras destruidas a lo largo de la costa
Los damnificados por el terremoto necesitan la ayuda de todos los ecuatorianos
Tras el terremoto ocurrido el pasado 16 de abril, la parroquia Pedernales, ubicada en Manabí, poco a poco recupera la calma.
Desde el primer día del sismo varios organismos de socorro, como el Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ), se movilizaron al lugar de los hechos. Más de 100 rescatistas luchaban contra cientos de toneladas de concreto en busca de personas que aún se encontraban con vida.
Datos oficiales del Gobierno señalan que el número de personas desaparecidas, hasta el cierre de esta edición, son 42 y alrededor de 113 fueron rescatadas.
En Quito el terremoto también afectó a varias familias, 18 se encuentran en albergues.
Ana Navas, de 53 años, comentó que durante el terremoto sintió mucho miedo, al inicio pensó que se activó la falla de Quito, como ocurrió en 2014, pero con el pasar de las horas supo que el epicentro fue en la Costa ecuatoriana.
Carolina Morales, de 15 años, dijo que en su colegio los maestros y autoridades del Ministerio de Educación permanentemente realizan simulacros de sismos, esta práctica, le ayudó a mantener la calma y logró llevar a su familia hacia un punto de seguro.
Tanto Ana como Carolina se unieron a las campañas de donación promovidas por instituciones públicas como privadas, entregaron ropa y víveres para los damnificados. (I)