El equipo europeo visitó el epicentro del terremoto
Una simple técnica constructiva eleva 7 veces la sismorresistencia
Ni el uso de nuevos materiales ni el incremento de la inversión constructiva son necesarios para lograr una vivienda sismorresistente. Basta con cambiar el orden en que se usan los componentes tradicionales.
Así lo asegura Guillaume Roux-Fouillet, asesor técnico de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), quien visitó Ecuador esta semana por invitación del Ministerio de Vivienda.
El experto recomienda el uso de la técnica conocida como mampostería confinada, que utiliza materiales comunes, como bloques, ladrillos, cemento, varillas de acero, etc. La diferencia con el sistema tradicional de construcción es el orden en que se usan los componentes.
Según Roux-Fouillet, en las construcciones que se realizan comúnmente en nuestro país se hacen primero las columnas de hormigón con una viga solera del mismo material formando un cuadro, para después llenar el espacio vacío con bloques o ladrillos.
El problema es que cuando esta estructura se mueve no hay un buen anclaje entre el relleno de bloques o mampostería y la estructura de hormigón. De ahí que una de las consecuencias comunes de un sismo es que la parte interior de la cuadrícula se caiga.
Al contrario de este tipo de construcción, explica Roux-Fouillet, en la mampostería confinada se construye primero esa parte (la pared), hecha con bloques o ladrillo, después se hace la estructura de varillas de acero y al final se vierte el hormigón haciendo una cadena que mantiene a toda la pared anclada en una sola estructura y anclada con la cimentación. Si a ello se unen bandas sísmicas se garantiza mayor resistencia a movimientos telúricos y un mejor anclado entre el relleno y la estructura de hormigón.
De acuerdo con Félix Vaca, docente de la Universidad Politécnica Nacional, esta técnica hace que las construcciones sean 7 veces más resistentes que las construcciones tradicionales.
Según Christoph Riesen, coordinador del programa de la Cosude, este tipo de proyectos ya se ha implementado en otras partes del mundo, como Paquistán. A Ecuador llegaron en octubre, como cooperación del Gobierno suizo para que no se repita el desastre que dejó el terremoto del 16 de abril del año pasado por la falta de construcciones adecuadas.
El equipo de Cosude recorrió las zonas afectadas por el terremoto. Algunos de los problemas que detectó fue el uso de materiales de baja calidad, utilización de varillas de acero sin protección de hormigón, uso de la arena de playa, colocación de ladrillos en posición vertical, entre otros.
Los representantes de la Cosude están en el país en un programa de transferencia de conocimientos acerca de construcciones sismorresistentes a través de material didáctico. Para esto crearon, en colaboración con el Ministerio de Vivienda, la Secretaría de Gestión de Riesgos y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el calendario ‘Construir mejor con mampostería confinada’.
El almanaque contiene 20 mensajes clave acerca de las construcciones seguras y de la mampostería confinada acorde con las normas ecuatorianas de construcción. Se explica, por ejemplo, cómo se conectan las varillas de acero y el uso correcto de los ladrillos.
Aunque en el material didáctico se habla de casas de una o 2 plantas, la técnica se puede aplicar a edificaciones más altas, con el acompañamiento de técnicos. “El calendario es una herramienta de comunicación y de capacitación básica para apoyar a una cultura constructiva mejorada”, comentó Roux-Fouillet. (I)