En la ciudad todavía hay drenajes de hace 100 años
Un segmento del alcantarillado de la capital data de hace 101 años, particularmente en el Centro Histórico de Quito, pues allí se asentaba la mayor parte de la población de la época.
Así lo confirma un reporte de la Empresa Metropolitana de Agua Potable (Epmaps), que además explica que el crecimiento de la urbe hacia el norte, el sur y los valles obligó a la construcción de nuevos sistemas de drenaje, de modo que actualmente en la ciudad existen tuberías tan antiguas como las casas patrimoniales y otras de mediana edad. Por ejemplo, en el barrio La Ferroviaria (sur), donde el fin de semana pasado se produjo el hundimiento de una calle, el sistema fue colocado hace 40 años.
Al momento, más de 1.300 barrios desfogan sus aguas residuales a través de 596 kilómetros de colectores principales y 4.767 kilómetros en redes secundarias.
Luis Burbano, subgerente de Saneamiento de la Epmaps, explicó que la creación de nuevos barrios ha hecho que el suelo de la ciudad se impermeabilice a causa de las diferentes capas como asfalto y adoquín, lo que a su vez provoca que las aguas lluvias vayan con fuerza a las zonas bajas produciendo inundaciones. Años atrás, eso no ocurría porque el agua se filtraba en los bosques que rodeaban a la ciudad.
Frente al riesgo de nuevas inundaciones o colapsos como el ocurrido en el sector de El Trébol en 2008, el funcionario asegura que la solución definitiva es la construcción de colectores inteligentes y la expansión del drenaje profundo, que son sistemas colocados 5 metros más abajo del actual alcantarillado.
Uno de ellos fue inaugurado a fines de 2011 en el sur de la ciudad para desfogar las aguas de siete barrios. El colector denominado Pomasqui tiene 1.872,60 metros en túneles y 680 metros de longitud en canal abierto. Hasta ahora, Quito cuenta con 15 kilómetros de este tipo de drenaje en varias zonas y este año se construyen dos más en el sur (ver gráfico).
Por otro lado, la Epmaps ha colocado cámaras en cinco pozos estructurales para medir la vulnerabilidad de las tuberías, a fin de prevenir daños graves. Sin embargo, en zonas como La Ferroviaria, donde el agua del colector se desbordó, se realizan estudios integrales del drenaje y se analiza la construcción de un nuevo colector de hormigón, ya que el actual está hecho en piedra y unido con cal. La dimensión del nuevo túnel tendría 1,20 metros por 1,70 m.