“Cargar la cruz por las calles es un acto de fe”
Llevo participando en esta procesión ya 10 años. Los tres primeros venía de cucurucho, ahora siempre vengo representando a Jesús. Siempre uso mi túnica blanca con rojo y la corona de espinas, que es hecha con alambre de púas. Cuando decidí salir así, lo único que me interesaba era asemejarme a la imagen de Jesús del Gran Poder.
Aquí nos preparan para este acto, terminamos de rezar el santo rosario con mucha fe. El padre nos hizo cerrar los ojos para que recordemos por qué vinimos aquí, para sanar nuestro corazón y para hablar con Dios, para decirle nuestros pedidos y nuestros agradecimientos. Hacer esto es muy sanador.
La verdad es que Jesús siempre me escucha. Yo vengo, camino por las calles, rezo y todo lo que pido me cumple. Lo que más quiero es que bendiga a mi familia con salud y trabajo. Cada año me ha otorgado esta bendición. Él siempre vela por mi hogar.
Sí me duele llevar la corona, pero no me importa, yo todo lo hago con mucha fe y devoción, eso me ayuda a continuar. Siempre vengo con mis primos y mis amigos del barrio. Mi esposa y mis hijos están afuera esperándome. Cuando yo salga se me van a unir para caminar juntos. La idea es que todos agradezcamos por los favores que nos hace Dios.
Cada vez menos personas cumplen los valores cristianos, somos pocos los que seguimos creyendo en la religión cristiana católica. Sobre todo la juventud ha dejado de creer. Muchos de ellos adoran otras cosas que no son un buen ejemplo ni hacen bien a la humanidad.
Mis hijos saben que cargar la cruz por las calles es un acto de fe y ese es el ejemplo que les quiero dar, que siempre hagan todo con fe y amor a Dios.
Luis Quishpe, de 31 años.