En el Centro Histórico de Quito hay aproximadamente 26 parqueaderos, entre públicos y privados, que en conjunto ofrecen 2.614 estacionamientos. Sin embargo, en días festivos o fines de semana son insuficientes por tratarse de una zona comercial y turística. En las últimas semanas la saturación fue mayor por las compras escolares que anteceden al inicio del año lectivo.

La Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), mediante el Sistema de Estacionamientos de Quito, tiene a su cargo seis sitios: Cadisan (393 estacionamientos), La Ronda (251), Montúfar 1 (102), Montúfar   (245), El Tejar (303) y San Blas (373), que juntos concentran más del 50% de los parqueaderos que hay.

Roberto Gabela, gerente de Terminales y Estacionamientos de la Epmmop, señala que por el momento no está prevista la construcción de nuevos parqueaderos, pero que el uso eficaz y moderado de estos depende de la planificación de los usuario.

“La idea de los parqueaderos es que la gente los use por el tiempo que tarda en hacer un trámite o una gestión. La demanda de parqueaderos es infinita y si se crean nuevas plazas, simplemente van a venir más y más autos”, anota Gabela.

No obstante, reconoce que hace falta coordinar mejor con los entes de seguridad y control, como es la Policía Metropolitana, para que guíen mejor a los usuarios. Por el retorno a clases el Centro Histórico luce abarrotado de compradores y quienes llegan en su propio vehículo dan varias vueltas hasta poderse estacionar. 

María José Llanos, moradora de la Ciudadela Universitaria, en el norte de la ciudad, llegó junto con sus hijos para  comprar la lista de útiles y tras varios intentos encontró una plaza de parqueo en el centro comercial La Merced.  

“Llevo más de veinte minutos dando vueltas. Es lamentable estar así en estos días de ajetreo”, comenta. Ello  también influye en el tráfico, pues forman largas filas fuera de los estacionamientos y otros autos circulan varios minutos buscando una plaza.

Yolanda Cuayal, funcionaria  del centro comercial, indica que hay 100 plazas de parqueo, pese a lo cual siempre   unos 30 autos no pueden ingresar. 

Para los socios de los centros comerciales del ahorro la falta de parqueaderos para sus clientes es un problema y, en ocasiones, les  genera pérdidas. “La gente viene incluso de otras ciudades, generalmente los martes y sábados, y esto se vuelve un caos. Y si no encuentran parqueaderos simplemente se van”, dice Aidé Delgado, representante del centro comercial Nuevo Amanecer.

Para quienes transitan a pie el problema es otro, pues algunos conductores aún se toman las veredas para dejar sus autos, pese a las sanciones.

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