Biocombustibles para la aviación a partir de microalgas
Los campos de investigación en sostenibilidad energética, a través de fuentes de energía renovable, han ganado espacio en modelos de negocio no tradicionales.
Así es el caso exitoso de empresas que fabrican bioquerosene refinado para la aviación, a partir del cultivo de microalgas.
Las microalgas son utilizadas por compañías de biotecnología dedicadas a la comercialización de biocombustibles, lubricantes, cosméticos y derivados alimenticios, que representan una alternativa al sistema tradicional de generación de combustibles derivados de petróleo.
El combustible que se utiliza para propulsar las turbinas, tanto para la aviación comercial como militar, se conoce como jet fuel o querosene, y se obtiene del fraccionamiento de los hidrocarburos del petróleo.
Por otra parte, el bioquerosene es el resultado del refinamiento de aceite de microalgas.
La investigación para la producción de este recurso inicia con la selección de especies idóneas, que en su metabolismo celular puedan sintetizar ácidos grasos de interés energético. El microorganismo seleccionado se cultiva en reactores donde produce aceites que son extraídos por métodos de compresión, para su posterior biorrefinamiento.
Para dar impulso al modelo de investigación de biocombustibles producidos a partir de microalgas en el campo de la aviación, desde 2009 se realizan vuelos demostrativos en líneas comerciales estadounidenses, con una combinación de hasta el 50% en mezcla con el combustible fósil.
En 2011 se realizó el primer vuelo comercial con una distancia de 1.700 kilómetros desde Houston a Chicago, y se redujeron entre 10 y 12 toneladas de emisiones de CO2 al ambiente.
En 2013 la compañía líder en este campo comercializó 20 millones de galones de biocombustible, dos años después aumentó su producción a 60 millones de galones.
Este tipo de experiencias comerciales podrían replicarse en Ecuador debido a la disponibilidad de materia prima y estudios previos sobre su aprovechamiento. Esto beneficiaría a la seguridad energética y además perfilaría modelos de negocio innovadores. (I)