Publicidad

Ecuador, 24 de Diciembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Análisis

Los baches de Rodas y SUMA

Los baches de Rodas y SUMA
-

Quito luce, inusitadamente, poblada de baches. Guayaquil tiene ‘cráteres’ infranqueables, pero la capital rompe récords. No hay una sola vía, calle, avenida, chaquiñán o vereda que no tenga agujeros. Hoy por hoy es uno de los más insospechados temas de conversación popular.

Pero lo más grave es que los baches son también de carácter simbólico y de orden político. Sí, Mauricio Rodas está lleno de baches políticos: apostó por la llamada ‘fanesca’ y traicionó a Jaime Nebot y se fue con CREO; jugó a la ‘ausencia’ política electoral y proselitista e inundó de publicidad los barrios pobres; sus periodistas contratados hablan mal de los medios públicos y estatales y los municipales hacen campaña por Guillermo Lasso y Andrés Páez sin recelo.

Los baches en una ciudad, en cualquier parte del mundo, dicen mucho del interés, atención y responsabilidad de sus autoridades. Los baches son la cara del descuido y de la ausencia de prevención y planificación. En suma: son el rostro de la calidad de una gestión política y administrativa. Y no solo los baches físicos, sino los políticos. Y en eso, Mauricio Rodas revela muchos datos.

Las encuestas -además- dicen bastante de esto: más de 40 puntos de negativas para un alcalde, líder de una de las dos organizaciones políticas que optan por el poder administrativo, no le hacen ningún favor ni a la alianza ni a quien pretenden poner en la Presidencia de la República.

SUMA ha hecho el papel más utilitario: sin mucho prestigio nacional, con un pésimo trabajo territorial, confiando en Quito, no le aporta nada al propósito de la ‘nueva’ derecha, pero en cambio tiene uno que otro legislador en la futura Asamblea. El único que tenía (Ramiro Aguilar) se les fue a los pocos meses de posesionado. Y ya sabemos cuántos concejales le quedan de los que obtuvo en 2014.

SUMA y Rodas han sido un bache político para los intereses de la derecha. Claro, no en todo, porque el aporte municipal para la campaña del binomio Lasso-Páez se nota en algunas acciones, con recursos públicos, de lo cual la prensa comercial poco se ocupa, por obvias (y políticas) razones.

En conclusión: tras estas elecciones presidenciales también salta a la vista (y Jaime Durán Barba lo sabe) que la derecha no tiene sucesor, heredero o continuador de su estrategia. Si Rodas cuenta con tantas negativas (y aún no sale a la luz pública lo que pasó con el contrato de Odebrecht) su futuro no es tan promisorio ni halagador. La posibilidad de un binomio con Cynthia Viteri en el futuro queda hipotecado a variables y resentimientos. Por lo mismo, el bache político tenderá a crecer. (O)

Contenido externo patrocinado